miércoles, 19 de febrero de 2025

JAVIER CASTAÑO EN EL AÑO DE SU ADIOS

 

Hace pocas semanas, el matador de toros Javier Castaño anunciaba que esta temporada que está a punto de comenzar, será su última temporada en activo. No es una decisión fácil, ni mucho menos, ni tampoco tomada a lo loco. Es algo meditado, consensuado con su entorno más íntimo y con el corazón en la mano.

Hace pocos días, tuve la ocasión de estar en la “Master Class” de D. Javier Lorenzo, en la que el protagonista era Javier Castaño, allí mismo nos emplazamos a charlar.

Decisión difícil para un matador de toros anunciar su retirada.

Creo que es la decisión más difícil para un torero. Decidir el momento de decir adiós, yo creo que es el momento más duro, la decisión más difícil… sin duda alguna. En mi caso, lógicamente es difícil, pero es una decisión meditada, pensada, valorada… creo que es el momento. Mi carrera es bastante dilatada en el tiempo, y bueno. Todo tiene un comienzo y tiene un final, y he decidido que este sea mi último año en activo.

¿Se siente usted valorado por la profesión?

Sí, me siento valorado la verdad. Cuando estas con compañeros, con aficionados, pues notas ese respeto, y al final te das cuenta que son muchos años dedicados en cuerpo y alma a mi profesión. He tenido la suerte de vivir momentos de gran importancia, de saborear la gloria del toreo, también de vivir momentos menos buenos… Pero al final la satisfacción que te queda, es ver el camino que he recorrido, con sus altos y sus bajos, y el haber podido disfrutar de los éxitos vestido de torero.

Cuando las cosas salen rodadas, son muchos “los Castañistas”. En los años “de banquillo”; ¿se ha sentido desamparado?

Bueno, pero eso es una cosa lógica, que igual pasa en esta profesión que en cualquier otra. Son momentos en los que no suena tanto el teléfono, y te tienes que aferrar a tus posibilidades, a tu capacidad, a tu sacrificio, a la fe en ti mismo… y bueno pues si ha habido momentos en los que he toreado menos, pero nunca me he quedado parado, la verdad. En esto veinticuatro años, también puedo decir que ha pasado de todo. Pues ha pasado por mi vida un cáncer, ha pasado una pandemia como por la vida de todo el mundo… pero nunca me he quedado parado, que eso también es muy difícil. Que, si es verdad que ha habido temporadas que he toreado muy pocas corridas de toros, pero siempre me he vestido de luces.

A mí me vienen a la memoria tardes épicas de Javier Castaño; 26 de mayo de 2012 en Nimes encerrona con una corrida de Miura.

Eso fue un hito en mi carrera por supuesto y en la historia del toreo. Hasta ese momento eran muy pocos los matadores de toros que se habían encerrado con seis toros de Miura, y luego el resultado en cuanto a trofeos cortados, nadie ha conseguido un resultado tan abultado como lo conseguí yo. Es una fecha marcada a fuego en mi carrera.

Recuerdo por aquellas fechas anteriores a esa corrida, acompañándole al campo, que usted me decía: “hace más daño la cabeza, lo que se te pasa por la cabeza, que lo que realmente es”.

Si, sí, sí. Y de hecho me han preguntado muchas veces que ¿Cómo se prepara uno para ese tipo de corridas de toros? Que si me prepare muy a fondo, que si me prepare físicamente muy bien, que si cuide la alimentación… un montón de cosas. Y yo he dicho también muchas veces, que lo que más me preocupaba era que la corrida no me desgastara la cabeza, que llegara el día de la corrida, y el pensar tanto, tanto, tanto en el día de la corrida no me desgastara. Por eso trataba de pensar lo menos posible en la corrida, aunque indudablemente siempre lo tienes en la cabeza porque es un reto muy importante, pero yo intentaba que no me desgastara, y al final lo conseguí, y cuando consigues eso, tienes mucho ganado. ¿Cómo preparé esa corrida de toros?, pues igual que he preparado otras, ni más ni menos.

Otra de las corridas de toros que se me vienen a la cabeza el 1 de junio de 2013 en La Ventas. Su generosidad con el espectáculo, con la corrida de toros (Cuadri) y sobre todo con su cuadrilla.

Si, bueno pues fue una tarde importante también… al final yo creo que he sido un torero generoso en cuanto a lucir los toros, aunque algunas veces haya ido en mi contra, siempre que he visto cualidades en un toro he intentado potenciar sus virtudes. Y en cuanto a la cuadrilla, no solo en esa época, a mí siempre me ha gustado que mi gente se sienta toreros en la plaza, y que el aficionado pueda disfrutar de un espectáculo integro. Eso es lo que he intentado buscar siempre. Al final, ese día se juntaron muchas cosas, la gente se emocionó… Y muchas veces también lo he dicho; a Madrid van veinticuatro mil personas, unas saben mucho de toros y otras a lo mejor es la primera vez que han ido, pero para ir a ver los toros no necesitas saber de toros. Este es un espectáculo que te dejas guiar por el corazón, por los sentimientos, por las sensaciones… por lo que sientas en ese momento, y es importante también en las plazas de toros ver a la gente emocionarse.

Otra tarde importantísima en su carrera; Sevilla y Miura.

Si, esa ha sido la corrida de toros más emocionante de mi vida sin lugar a dudas. De las cuatrocientas casi que llevo toreadas, esa tarde ha sido la más emocionante de mi vida profesional por todo lo que había tenido que pasar para llegar allí. Creo que fui un ejemplo en cuanto a recuperación, no como enfermo, como enfermo fui un enfermo más con mis altos y mis bajos. Con mi recuperación si me siento orgulloso y creo ser un ejemplo. Descuadre a todos los médicos, analistas, oncólogos… Una persona que ha estado enferma de cáncer, con sus durísimos tratamientos de quimioterapia, que le den el alta y a los diez y nueve días justos, se enfrente a una corrida de toros de Muira y en La Real Maestranza de Caballería de Sevilla… si miro ahora mismo para atrás, lo veo como una locura. Pero bendita locura que me hizo salir más rápido de la enfermedad, para ver que cuando te marcas un objetivo o una meta al final lo logras, para saber la capacidad de superación que tenía, para darme cuenta de la capacidad de sacrificio, constancia, esfuerzo… me sirvió esa corrida para muchas cosas. Cuando salía de la plaza para el hotel, me sentí el hombre más feliz del mundo.

Cuando mira para atrás, desde que llegó a Salamanca con catorce años para querer ser torero. ¿Qué es lo primero que se le viene a la cabeza?

Recuerdo el primer día que entre en La Escuela, que por aquel entonces estaba en la calle Vergara, es que ese día no se me puede olvidar. Yo llego del pueblo con catorce años, sin conocer nada del mundo del toro, pero absolutamente nada, no sabía ni tan siquiera lo que era un tentadero, fíjate. Y entro en la escuela y aquello todo me llamó la atención. Me llamó la atención cuando entré por esa puerta, ya empecé a escuchar al resto de alumnos citar al toro, y eso ya me impresiono. Y luego recuerdo a Juan José, que recuerdo que había un cartel allí, que todavía existe, que ponía “el alumno” y luego ponía un montón de cosas… Y recuerdo al maestro Juan José, leyéndolo y dando golpes con el puño cerrado al letrero… y a lo último había una frase que decía; “… y si el toreo no te entra en la cabeza olvídalo…” aquello se me quedo grabado. Allí me empecé a dar cuenta de lo difícil que podía ser intentar ser torero, porque hasta ese momento, yo no sabía nada del toro.

Es un mundo duro, muy duro ¿No?

Es duro, la verdad es que si es duro.

Mucho sacrificio, mucha constancia, mucho esfuerzo, mucha dedicación… ¿El premio merece la pena?

El premio, aunque a veces no se corresponda con el esfuerza que has hecho. Pero merece la pena. El triunfo es efímero, dura poco, la gente tiene poca memoria… pero cuando llegan esos momentos de triunfo, de felicidad… suplen todos esos momentos de sacrificio, de lágrimas, de sangre, de incomprensión… de todo. Si que merece la pena, sí.

27 de abril próximo, Madrid con Saltillo.

Si, bueno. Creo que no podía pasar el año sin pisar el ruedo de Las Ventas, y sin que yo me despidiera de Madrid, y así se lo hice saber a mi apoderado. Surgió la oportunidad de ir tan pronto, pues muy bien. Madrid es una plaza que siempre me ha respetado, que he matado de todo tipo de ganaderías, he matado de todo, he matado Cudri, Adolfo, Miura, Prieto de La Cal, Saltillo, Escolar… he matado de todo, he dado la cara, he sido un torero responsable y eso es lo que Madrid ha valorado. Espero que el día veintisiete me pueda quedar a gusto conmigo mismo, ese es mi mayor deseo.

Según me ha hablado ahora, se me viene a la cabeza otra conversación con usted hace unos años que me dijo; “es que hoy mato una dura, y mañana otra, y pasado otra… es que no tengo entre medias ningún descanso, no me cae ningún “caramelito” entre medias, una de Cuvillo, Garcigrande…” Entrar en el circuito de estas corridas de toros denominadas “Toristas” como lo gestiona la cabeza.

Por eso es tan duro ese circuito, porque muchas veces esas corridas no te dejan desarrollar lo que tu entrenas de verdad, y lo que a ti te gustaría expresar delante de los animales. Por eso es tan duro ese circuito, hoy matas una corrida muy dura, te quitas el vestido de torear y al día siguiente te pones el vestido de torear para matar otra corrida de toros quizás más dura que la que has matado el día anterior. Esas corridas de toros también tienen un reconocimiento, no son fáciles, no es un circuito que pueda aguantar todo el mundo y tengo el orgullo de haber sido uno de los toreros referentes en este circuito. Lógicamente me hubiera gustado poder compaginar estas corridas con otras más de otro tipo, pero estoy muy agradecido a las corridas de toros que he lidiado.

El planteamiento de la temporada es para disfrutarla.

Si, disfrutar, pero no de los días de corrida, disfrutar toda la temporada. Del día que voy al campo, del día que estoy entrenando, disfrutar de todo. Disfrutar de este año que pone fin a una carrera de treinta y un años ya que entre en la escuela.

¿Se despedirá de La Glorieta y de su afición?

Creo que he sido un torero que ha paseado con mucho orgullo el nombre de Salamanca por todas las ferias del mundo, la verdad que me siento muy orgulloso de ser de Salamanca, de mis paisanos, de toda mi gente, y lógicamente me gustaría estar en Salamanca. Es todavía muy pronto, pero mi intención si es despedirme de Salamanca.

¿Su última actuación va a ser un hasta luego, un adiós, un corte de coleta?

Pues la verdad que no lo sé. Pues lo que surja en el momento… pues no lo sé. Lo que si tengo claro es que es un adiós y no tengo pensado volver a vestirme de luces, creo, pero no te puedo asegurar que eso sea así, pero vamos lo digo con todas las consecuencias la verdad.

Con su dilatada carrera, con su experiencia en todo tipo de corridas de toros, de carteles, de ferias… ¿Qué consejo le daría al chico que con catorce años entra en La Escuela Taurina?

Que tenga sobre todo constancia, que tenga afición y que le guste lo que hace. Sobre todo, constancia, porque al final con esfuerzo y dedicación las cosas se consiguen. Y te lo digo por experiencia, ya no por mí, sino por compañeros que he visto a lo largo de estos años, que a lo mejor no les veías una proyección tremenda y han funcionado, igual que, al contrario, toreros que les veías unas cualidades fuera de serie y por despistarse han conseguido bastantes menos cosas. Por lo tanto, constancia, querer, dedicación… todo el esfuerzo tiene sus frutos.

Para rematar; Su mujer, su hija, sus padres, sus hermanos… su gente, estarán felices con su decisión.

Si, la verdad es que sí. Todos la verdad, es que están felices con esta decisión.

EN CORTO


 

¿Le gusta ir al cine?

Sí, sí que me gusta.

¿Qué película es la última que ha visto?

Pues fui con mi mujer y mi hija, era una infantil, pero como se llamaba… pues ahora mismo no caigo.

¿Su comida preferida?

Las patatas “meneas” me gustan mucho.

¿Vino, cerveza o agua?

Depende del momento, puedo beber de las tres, las tres me gustan.

¿Le gusta ir de compras?

Depende de lo que tenga que comprar.

¿Qué es lo último que se ha comprado?

Unos pantalones.

¿Le gusta leer?

Me gusta leer, sí. Principalmente de temática taurina.

¿Le gusta la música?

Sí, me gusta casi todo tipo de música. Depende del momento escucho una cosa o escucho otra.

Desde pequeños todos tenemos una frase machacona que nos decían en casa desde niños; ¿Cuál es su frase?

No "machacona", y no de mi casa, pero tengo una frase de Flores Blázquez que nos decía en la escuela, cuando nos veníamos un poquito arriba, siempre nos decía: “nos os vengáis arriba que el toro da unas dosis de humildad tremendas, pero a todos” y me he acordado de eso toda, pero toda mi vida, porque es que es verdad. Me ha pasado a mí, le ha pasado al otro y le ha pasado al de al lado, y le va a pasar a todo el mundo. El toro da unas dosis de humildad tremendas, y me acuerdo de eso mucho.



 

Es un verdadero placer poder conversar con Javier Castaño. Es un verdadero placer el trato que me ha dispensado siempre. Es un verdadero placer, ser contemporáneo de toda su trayectoria y haber sido participe de una u otra manera de ella. Y lo que verdaderamente es un placer, es contar con su amistad.

 

 



 


 


 


 


 


 


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario