OCTAVIO CHACÓN, EDUARDO GALLO Y PEREZ MOTA FUERON LOS TOREROS DE LA TARDE EN LA CASA GANADERA.
Tarde interesante de tentadero en Valdefresno con tres
toreros de distinto corte, y que atraviesan una situación distinta en sus
carreras. Vacas fuertes y lustrosas las tentadas ayer en esta casa ganadera que
tiene todas sus ilusiones puestas en su próxima comparecencia en San Isidro con
una corrida de toros.
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| Alberto Sandoval, un joven picador que está llamado a ser figura. |
Octavio Chacón tentó en primer lugar, siendo el más antiguo de alternativa. Poderoso, técnico y con un conocimiento de las alturas, distancias, toques, terrenos... fuera de lo normal.
Tiene la lidia metida en la
cabeza e intenta exprimir a los animales al máximo. Vive una época dulce en su profesión,
viéndose anunciado en todas las ferias importantes, tanto de España como de
Francia y América. Después de 14 años de alternativa y un sin fin de
sacrificios y avatares en tierras peruanas, ve recompensado todo el esfuerzo, sabedor
que tiene que dar la cara tarde tras tarde para mantenerse.
Eduardo Gallo esta en tierras charras después de triunfar
por todas las plazas donde ha sido anunciado al otro lado del charco. Nueve
corridas de toros lleva este año y todas ellas se cuentan por triunfos.
La clase y el gusto en su toreo es por todos
conocido. Por circunstancias, se ha visto obligado a torear por América, lo que
le ha supuesto una inyección fabulosa de ilusión y reencuentro con sigo mismo.
Tiene firmados varias corridas de toros por el país Azteca y espera poder
torear algo interesante en España. El aficionado te espera, y lo hace con
impaciencia. Muy buen momento el que atraviesa este torero.
Gusto, empaque, cadencia, compas, son las armas de Manuel Pérez
Mota. Un torero que por unas cosas o por otras, no está en los carteles
anunciado.
Fiel a su concepto y a su toreo, entrena como si tuviera firmadas
treinta tardes, sabedor que en el momento que le den la oportunidad puede
cambiar el de venir de su carrera.
Interesante tarde de tentadero en Valdefresno con vacas serias
de comportamiento y presencia, y con tres toreros distintos en su forma de
interpretar el toreo. Tardes en la que se aprende, se disfruta y se llena el depósito
de la afición.
