En estas épocas
de calor sofocante le apetece un “remogito” a cualquiera, y a los animales también.
Desde que vi en la ganadería de Gómez de Morales la piscina para el ganado, he traído
a su mayoral Ángel Sánchez “marcao”, para que no se olvidara de avisarme en el
siguiente baño.
Hoy ha sido
el día. Un foso lleno de agua con una solución desinfectante y desparasitante es
la salida de la manga al campo. Por allí pasan los animales para ser
reconocidos y examinados, para después darse “el bañito” refrescante.
Gracias a mi
amigo Ángel he podido disfrutar de otra tarea de campo en una ganadería de
bravo donde todo lo que se hace tiene su importancia, la selección, la alimentación,
el manejo, la sanidad… hace que una ganadería
este sana.
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