lunes, 8 de octubre de 2018

LA NOVEDAD DE LO CLASICO TRIUNFA EN LAS VENTAS



La tarde de ayer en las Ventas, me hizo recapacitar en un pensamiento que me tiene loco desde hace muchos años. Tarde de toreo caro, de toreo puro, clásico, de empaque, de gusto, de siempre... de la mono de Diego Urdiales. Pues ese tipo de toreo, triunfo y puso la plaza boca abajo.

En la variedad está el gusto, y además es muy necesaria para todo. En los últimos años, no sé si solo me lo parecía a mí, el escalafón parecía que estaba cortado todo por el mismo patrón. Toreo de cercanías, de arrimones, de pases cambiados... de hacerle a los toros cosas inverosímiles, fuera de la lógica y de la capacidad humana. Se ha inclinado el toreo por esa variante, tan licita y valida como la otra.

El toreo de ayer de Urdiales, el de toda la vida, triunfo de forma rotunda en Las Ventas, ¿por novedad?, no lo creo. Triunfo por pureza, por estética, por valor, por compas, por arrogancia, por profundidad... triunfo por hacer el toreo de siempre.

Desde hace tiempo lo llevo diciendo, y la feria de otoño de este año, más bien todo el año, me da la razón; hay que volver al principio, al manantial de la torería. Hay muchos toreros ahora mismo en el escalafón, que torean poco, (la quinta de la temporada de Urdiales ayer en las Ventas), que llevan el toreo dentro, el toreo puro, que cuando les dejan y les sale, parece que han inventado esto por la sorpresa que causa en el publico, que no en el aficionado, ver una cosa distinta, que sin lugar a dudas pone a todos de acuerdo.
Hay que involucionar en el toreo, volver a las raíces. Con esto no quiero decir que el otro tipo de toreo sobre, ni mucho menos. Yo recuerdo de chaval, que las ferias tenían una gran variedad en cuanto a toreros se refiere, cada uno con su personalidad y su forma de interpretar el toreo, y eso era lo que llenaba las plazas. El cartel de los banderilleros, el cartel de la corrida dura, el cartel de los toreros de arte, el cartel de las promesas... y así se montaban las ferias. Había mucha variedad en la forma y fondo de interpretar el toreo, pero todos con la misma base.
Ahora llama la atención las formas de interpretar el toreo de Ureña, de Urdiales, Uceda, Fortes, Curro Díaz, Emilio de Justo, Iván Vicente, José Garrido, Pablo Aguado, David Galván... muchos toreros que interpretan el toreo con el alma, con el sentimiento, con la verdad... y cuando les sale, ponen a todos de acuerdo. El toreo es una expresión artística volátil y a la vez eterna, en el ruedo de una plaza de toros se plasman los sentimientos, y se interpreta la obra de arte con el capote y la muleta, llegando de tal forma al tendido, que la emoción se proyecta como una descarga eléctrica.

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