La tarde de ayer en las Ventas, me hizo recapacitar en un
pensamiento que me tiene loco desde hace muchos años. Tarde de toreo caro, de
toreo puro, clásico, de empaque, de gusto, de siempre... de la mono de Diego
Urdiales. Pues ese tipo de toreo, triunfo y puso la plaza boca abajo.
En la variedad está el gusto, y además es muy necesaria para
todo. En los últimos años, no sé si solo me lo parecía a mí, el escalafón parecía
que estaba cortado todo por el mismo patrón. Toreo de cercanías, de arrimones,
de pases cambiados... de hacerle a los toros cosas inverosímiles, fuera de la lógica
y de la capacidad humana. Se ha inclinado el toreo por esa variante, tan licita
y valida como la otra.
El toreo de ayer de Urdiales, el de toda la vida, triunfo de
forma rotunda en Las Ventas, ¿por novedad?, no lo creo. Triunfo por pureza, por
estética, por valor, por compas, por arrogancia, por profundidad... triunfo por
hacer el toreo de siempre.
Desde hace tiempo lo llevo diciendo, y la feria de otoño de
este año, más bien todo el año, me da la razón; hay que volver al principio, al
manantial de la torería. Hay muchos toreros ahora mismo en el escalafón, que
torean poco, (la quinta de la temporada de Urdiales ayer en las Ventas), que
llevan el toreo dentro, el toreo puro, que cuando les dejan y les sale, parece
que han inventado esto por la sorpresa que causa en el publico, que no en el
aficionado, ver una cosa distinta, que sin lugar a dudas pone a todos de acuerdo.
Hay que involucionar en el toreo, volver a las raíces. Con
esto no quiero decir que el otro tipo de toreo sobre, ni mucho menos. Yo
recuerdo de chaval, que las ferias tenían una gran variedad en cuanto a toreros
se refiere, cada uno con su personalidad y su forma de interpretar el toreo, y
eso era lo que llenaba las plazas. El cartel de los banderilleros, el cartel de
la corrida dura, el cartel de los toreros de arte, el cartel de las promesas...
y así se montaban las ferias. Había mucha variedad en la forma y fondo de
interpretar el toreo, pero todos con la misma base.
Ahora llama la atención las formas de interpretar el toreo
de Ureña, de Urdiales, Uceda, Fortes, Curro Díaz, Emilio de Justo, Iván
Vicente, José Garrido, Pablo Aguado, David Galván... muchos toreros que
interpretan el toreo con el alma, con el sentimiento, con la verdad... y cuando
les sale, ponen a todos de acuerdo. El toreo es una expresión artística volátil
y a la vez eterna, en el ruedo de una plaza de toros se plasman los
sentimientos, y se interpreta la obra de arte con el capote y la muleta,
llegando de tal forma al tendido, que la emoción se proyecta como una descarga eléctrica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario