Después de diez y siete años retirada de los ruedos, la
matador de toros Cristina Sánchez reaparece de forma puntual y solidaria en la
próxima feria de Cuenca, concretamente el próximo día 20 de Agosto. Estoqueará
una corrida de toros de Daniel Ruiz junto a Enrique Ponce y "El
Juli". Cristina lo hizo público personalmente y puntualizo que "los
honorarios íntegros irán a parar a la Fundación del Doctor Madero, que
investiga y trabaja con el cáncer infantil"
La preparación es exhaustiva, y en el campo charro hizo un
tentadero, en casa de Montalvo. Hasta "Linejo" nos acercamos y
charlamos con Cristina Sánchez.
¿Cómo surge la idea de matar esta corrida de toros?
Pues la verdad es que lleva tres años detrás de mi Maximino
y siempre lo veía muy lejos volver a vestime de luces. Yo ya tenía aporcado
todo esto hace tiempo y no entraba dentro de mis registros, pero no sé porque
ni de qué manera, este año ha vuelto a la carga, y bueno... Una causa muy
bonita, veinte años de mi alternativa, mis hijos están muy entusiasmados con la
idea... y bueno, yo creo que ha sido un cumulo de circunstancias las que me han
llevado a tomar una decisión que para mi tiene mucho peso.
Físicamente se te nota fuerte y preparada; ¿mentalmente?
Es lo que más cuesta. Físicamente no me he dejado nunca,
aunque no tiene nada que ver estar bien físicamente, para estar bien físicamente
para torear, son preparaciones distintas, el ejercicio del toreo es otra
historia y tienes que volver a coger un poco todo, el ritmo, la cintura, el
peso de los trastos, el compas de los animales, el miedo, el dolor incluso...
todas esas sensaciones son las que tengo que ir reencontrando y un poco sacar a
Cristina Sánchez mujer y meter al torero que tengo dentro. Es un proceso, que
desde luego he tomado la decisión con todas las consecuencias y sabiendo desde
luego donde me metía, porque ya lo he vivido y se lo difícil que es, pero a la
vez se lo bonito que es. Lo estoy viviendo con mucha ilusión, con sensaciones
muy raras, desempolvando muchas cosas, pero a la vez yo creo que llevo un torero
dentro, y esa satisfacción de poder pegarle veinte pases a un animal... Es lo único
que quiero el día vente, poder pegarle veinte pases a un toro, encontrarme a
gusto, estar a la altura del acontecimiento, por supuesto, primero para que me
vean mis hijos, por la causa que es, que desde luego para mi creo que lo más
bonito y lo que realmente me mueve es eso, poder ayudar a través de mi profesión,
a través de la tauromaquia. No busco otra cosa, no busco ni un contrato más.
Tu familia, marido e hijos te apoyan totalmente
Bueno, ahora sí. Al principio todo el que te quiere y todo
el que está a tu alrededor, lo pasa mal cuando llegas y propones una cosa de
estas. Estás loca, no vas a poder hacerlo, la preparación, todo eran pegas. Me
movieron mucho mis hijos. Mis hijos lo ven como "como mola que mi madre se
va a vestir de luces", date cuenta que ellos no me han visto nunca torear,
yo creo que hoy aquí en "Montalvo" es la primera vez que me ven
torear. Ellos no están sucios de prejuicios, no saben el miedo que se pasa, no
saben lo que implica, ellos no han vivido esto. Los hijos de los toreros que están
en activo, pues viven el miedo en casa, la responsabilidad, y todas esas cosas
que mis hijos no han vivido. Entonces ellos lo viven como una cosa , que "
que guai que mi madre va a torear; se lo voy a contar a mis amigos". ellos
lo ven desde otro prisma, muy apasionados, muy contentos, con muchas
sensaciones, me preguntan todo, " ¿que tal hoy mama, como te has
encontrado?"
Y tú, ¿como te encuentras?
Pues tengo muchos picos, días de una alegría tremenda, y días
de pensar donde me he metido. Pero muy ilusionada. Todo el mundo me ha dicho
" ¿Pero que necesidad tienes de esto ahora?". Pues precisamente por
eso, porque no tengo ninguna necesidad, si la tuviera, que triste pena, tener
que volver al toro por problemas económicos, o por la necesidad que sea. Por
eso también fue, el hecho de que todos mis honorarios van íntegros a la investigación
del cáncer infantil, para que nadie pudiera decir nada ni sospechar nada. Lo único
que me puede mover ahora mismo a ponerme delante de un toro, es la ilusión, y
la ilusión de poder ayudar a niños que lo necesitan. Yo creo que al final el
toreo es eso, ilusión, pasión, se te mueven muchos sentimientos que no te los
da nada ni nadie, el miedo, la incertidumbre... Ahora mismo veo toros en los
armarios, debajo de la cama, veo toros por todos los lados... ( risas).
¿Estas responsabilizada?
Por supuesto. Por un lado tengo mucho miedo, por otro muchísima
ilusión. El respeto a mi profesión, por encima de todo. Yo no puedo tirar por
la borda, una trayectoria, mi historia dentro del mundo del toro. Pero sí que
es verdad que tengo una responsabilidad grande, primero conmigo, como torero,
segundo por la profesión, por mis compañeros, y tercero por la causa que es.
Entonces, lo cuento así que me rio, pero por dentro lo estoy pasando muy mal
pero a la vez muy ilusionada.
¿Y después del día veinte?
Después del día veinte, me cogeré unas vacaciones...
(risas). Volveré a despegarme del torero que tengo dentro y seguiré con mi vida
cotidiana, con mis televisadas, seguiré en el mundo del toro como hasta ahora,
pero desde otra perspectiva, y de verdad que no quiero nada, ni un solo
contrato, ni uno, ni un solo festival... Fíjate que difícil, prepararse para
una sola corrida de toros, que es igual la preparación para una que para
veinte, pero no quiero ni un solo contrato más. No busco nada mas, que poder ayudar,
y la satisfacción personal.
Una mujer muy agradable. Un torero preparándose a
conciencia, y con la responsabilidad que conlleva a alguien que ama y respeta
su profesión por encima de todas las cosas. Una madre ilusionadísima por ver a sus hijos felices. Una mujer que
siente el apoyo incondicional de su marido. Y un torero dispuesto a dejar el listón
por lo menos, a la misma altura que lo dejo antes de retirarse. Muchas gracias
por tu gesto y solidaridad con los necesitados. Y mucha suerte torero.
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