jueves, 26 de mayo de 2016

JAVIER CASTAÑO CON LA MIRADA EN LAS VENTAS






Hace pocas fechas, pasamos una jornada de tentadero en casa de Adelaida Rodríguez, con el extraordinario trato que nos dispensa D. Pablo, y su hijo Fernando, representante de la ganadería. Se tentaron cuatro vacas y se torearon dos novillos a cargo de los hermanos Castaño y el novillero Alexis Sendin. Este repeor se va a centrar por razones que no necesitan explicación en el matador de toros Javier Castaño.

 
Pura raza, pundonor, valor, discreción, sacrificio, afición... y no sé cuantos más adjetivos pueden definir a este torero. Lo que está claro es que Javier ha dado, nos ha dado, nos está dando una autentica lección de superación, de valor y de vida.

No se me olvidara nunca la frase con la que terminaba el comunicado de prensa con el que anunciaba la enfermedad que acababa de padecer, "En las plazas de toros nos vemos", que valor, que grandeza y qué manera de decirnos a todos que mira hacia delante, que lo pasado, aunque muy duro, pasado está.

Se empeño, o se puso de meta cumplir con su primer compromiso, que no era moco de pavo, Feria de Abril y con la de Miura. Llego y cumplió, demostrando que el que quiere puede, que con sacrificio e ilusión se llega, y el llego y volvió a demostrar la grandeza de persona que es. Sin alharacas a la galería, sin dar lastimas, y sin vender lo que había padecido. Se vistió de torero como sus compañeros y mato la corrida con la dignidad que le caracteriza.

 
Ahora su objetivo es  San Isidro, Las Ventas y otra de Miura, casi nada. Preparación física y mental, tentaderos, campo... no para. Nadie diría que Javier ha pasado por lo que ha pasado de no ser por las secuelas que deja el tratamiento, retención de líquidos, medicación, falta de forma física y lo que es más evidente, la perdida de pelo. De no ser por esto, estoy convencido que Javier, no lo hubiera hecho público, se habría enterado su familia y su entorno, pero nadie más. Es un hombre que guarda escrupulosamente su intimidad, y que nunca, ni en esos años que paso en el banquillo del toreo, que no fueron pocos, ha vendido sus intimidades y sus desgracia. Un hombre que siempre mira hacia delante, que es optimista por naturaleza, y siempre busca el lado positivo de las cosas.
 
Fue una autentica gozada encontrarlo en el campo, encontrarlo bien, y que nada más vernos su cara dibujara una sonrisa de felicidad, de hacer lo que quiere, de fuerza, de ilusión, de vida. Lógicamente nada más verlo le pregunte que tal estaba, y la contestación fue "... ya estoy curado. Estoy bien, y si me dejas tu pelo estoy como nuevo"  Una alegría ver a Javier dispuesto para lo que venga, súper ilusionado con la temporada, y "olvidado" de lo duro que ha sido este invierno.
 
Su pensamiento y su próxima meta, plaza de toros de Las Ventas, día 5 de junio, corrida de toros de Miura para Rafaelillo, Javier Castaño y Pérez Mota. Madrid te dará una ovación por tu fuerza y ganas de vivir. Luego te medirán como a uno más. Yo te di un abrazo el otro día, y desde aquí, públicamente te doy una gran ovación y te presento mis respetos por la lección que nos has dado a todos. ¡¡¡Mucha suerte!!!
 
 

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