DOMINGO DE RAMOS EN LAS VENTAS.
Iván Fandiño afronta la semana más importante de su carrera como matador de toros. Sin lugar a dudas. Quedan horas para que la temporada arranque en Madrid y lo hará de una manera especial, con la apuesta de un torero que pretende marcar un punto y aparte en su vida profesional. Máxima expectación, se espera un lleno de 'no hay billetes' en los tendidos, para ver al de Orduña con seis toros de diferentes ganaderías y encastes: Palha, Pablo Romero, Miura, Victorino Martín, Partido de Resina y Adolfo Martín.
Todo un gesto de cara a una afición que le ha llevado en volandas desde sus inicios. De allí salió catapultado a todas las ferias de España y Francia. Siempre con su verdad, partiéndose la cara en las corridas del verano venteño. Salió a flote hasta llegar a salir a hombros en el San Isidro de 2014 después de haber rozado la puerta grande con los dedos en varias ocasiones. La Feria de Otoño de esa misma temporada no rodaron las cosas según lo previsto y el torero no ha querido esconderse.
Rechaza, voluntariamente, la posibilidad de estar en las primeras grandes ferias para centrase en el gran acontecimiento de este inicio de temporada. A Madrid se lo debe todo y por Madrid va a salir a por todas. Para ello ha vivido durante el invierno encerrado en el campo, entrenando a sabiendas de que será una fecha determinante. El todo o nada de un torero marcado a fuego por la épica. Seis hierros a escoger por los aficionados más exigentes y un paseíllo que iniciará en solitario con el objetivo de certificar el paso adelante de quien quiere ser figura del toreo a toda costa. Se echan de menos este tipo de gestas en un mundo del toro ávido de reclamos para acudir a las plazas. Fandiño ya lo ha conseguido, todo el mundo habla de él y, además, ha comprado la entrada para verle. Primer triunfo conseguido, queda lo más complicado. Suerte, torero.
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