Sara Hernández es una fotógrafa freelance de Madrid que se ha embarcado en la fotografía taurina
con una muy buena exposición dedicada al torero de La Puebla del Río titulada “Morante
y Azabache”, que se podrá disfrutar desde el día 2 de febrero hasta el día 4 de
Marzo en el hotel Conde Rodrigo II de Ciudad Rodrigo.
¿Sara como empieza su afición a la fotografía?
Pues de muy pequeñita, no se, desde muy pequeñita yo con una
cámara de mi abuelo muy antigua yo ya hacia fotografías sin carrete ni nada, yo
cogía la cámara y me la colgaba del cuello y con mi carrito y mi muñeco me iba
con mi abuelo a dar un paseo y me paraba por los sitios a hacer fotos.
¿Y su afición a los toros?
Pues también desde muy pequeña. Mira hay una anécdota muy
curiosa, que yo no nací hasta que se acabo la corrida de los Victorino del año
89 en Madrid, porque estaba mi padre con el ginecólogo que atendía a mi madre,
en el tendido viendo la corrida, y cuando les llamaron contestaron “…puede
esperar, puede esperar…”, y hasta que no acabo pues no nací.
¿La fotografía en blanco y negro?
Tiene mucha mas fuerza, las luces, las sombras… es otro
rollo, es distinto, es otra cosa.
¿Por qué Morante?
Porque para mí ahora mismo es el mejor. Por que ahora mismo
es el que mas me llena en una plaza de toros. Porque esa personalidad que él
tiene, la esencia, no la tiene nadie más, o por lo menos yo no lo he visto en
otro, la personalidad que tiene, la fuerza, la esencia como te decía antes.
Y en Ciudad Rodrigo ¿Por qué?
Porque yo me identifico mucho con el bolsín, estoy
empezando, los chicos que vienen están empezando y esto es un trampolín bien
grande, y yo me veo identificada con ellos.
“Morante y Azabache” va a visitar mas sitios…
Ojala, mi idea es ir ampliándola y a lo mejor depende del
sitio no puedes llevar todo, y habría que seleccionar, pero mi idea es que la exposición
visite muchos sitios.
Después de ver la exposición y haber charlado un ratillo con
su autora, te das cuenta de la afición y la ilusión con la que hace las cosas,
lo contenta y orgullosa que se siente por haber conseguido traer a Ciudad
Rodrigo su trabajo y sobre todo de lo que te das cuenta es de la devoción que
siente por la fiesta de los toros en general y por Morante de la Puebla en particular. Enhorabuena.
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