martes, 17 de diciembre de 2013

TARDE DE LUJO EN BARCIAL CON JOSÉ GARRIDO




UN TENTADERO DE LOS QUE HACEN AFICIÓN





Un lujo por muchas cosas. Por lo añejo de la plaza de tientas, que te despierta los recuerdos y te transporta a otra época. Por lo serio del tentadero, dos “pedazo” de vacas con presencia de toros. Por las embestidas y la movilidad de los animales, que permiten al torero “disfrutar” de cada una de ellas. Y como no, por el trato del ganadero D. Arturo Cobaleda, su hijo Jesús y Rodrigo Plaza uno mas de ésta casa.




Tengo que decir que era la primera vez que veía en directo a José Garrido novillero extremeño, y me encanto. Con dos vacas de ese tamaño, con esas embestidas templadas y limpias, estuvo sensacional. Entendió a los animales a la perfección, dándoles el sitio y los toques precisos y alargando las embestidas. Hubo momentos que se le vio relajado y disfrutando de un entrenamiento que seguro le ha servido como el que más.






Al finalizar el tentadero, cambie impresiones con José Garrido;

-¿Que balance haces de la temporada pasada?

-Bueno pues la temporada pasada ha sido una temporada, sobre todo de rodaje. De adquirir conocimientos y de ir poquito ha poco conociendo la profesión, sobre todo de rodaje. Y de preparar las cosas para este año que viene.

-¿Todas las ilusiones puestas en 2014?

-Si, si claro, es mi año fuerte como novillero con caballos, y donde espero estar en las ferias importantes. Y lo mas importante, labrar mi futuro.





-El estar apoderado por un torero como Antonio Ferrera, ¿te supone más responsabilidad, más apoyo, o una mezcla de todo?

-Me supone… entrega conmigo mismo, entrega a no decepcionarle, a la esperanza que el tiene puesta en mi superarla con creces y que siempre tenga esa llama encendida hacia mi de confianza.




-Es tu primer tentadero en Barcial. ¿Qué te ha parecido?

-Te voy a hablar claro, llegas a la finca y ves la plaza allí, metida entre casas, y un poquito… a mí me recuerda a imágenes de El Viti o de Manolete en plazas de tientas muy parecidas a esta. Y luego ya te asomas a los corrales y ves las vacas que allí hay, y se te pone el alma en un puño…
Luego las ves en la plaza y la confianza que te van dando con esas embestidas templadas, con ritmo y con esa clase… Si te digo la verdad he disfrutado como pocas veces en un tentadero, con ese “vacón” pasando a cámara lenta y metida en los vuelos de la muleta… eso es muy grande, unas sensaciones muy bonitas. Me voy muy contento.




Muy buena tarde en la que conocí a un joven novillero, José Garrido, que sabe lo que quiere y el camino que debe de tomar para conseguirlo. Y muy buena tarde porque me reencontré con una ganadería que vuelve a coger aire, y que trabajando como lo están haciendo, volveremos a ver a “los patasblancas” en las ferias.








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