sábado, 27 de julio de 2013

Firmeza, torería y tesón



Víctor Soria (Santander) / Burladero.com

Manuel Escribano, Morenito de Aranda y Alberto Aguilar son tres de los toreros más destacados de la temporada. El primero, triunfador en Sevilla y los otros dos con extraordinarias actuaciones en Madrid. Los ingredientes eran perfectos pero faltó rematar en el apartado ganadero, y no fue posible. No fue buena la corrida de los Fraile Mazas, hubo toros importantes a los que le faltó no rajarse tan pronto. A falta de una corrida para terminar la Feria de Santiago, podemos hablar de un balance positivo. Con toreros como los de hoy, es sencillo salir de la plaza con buenas vibraciones. El de Sevilla ofreció una buena dosis de firmeza, el burgalés su ración de torería y el madrileño una palpable demostración de tesón.

Cantarero, herrado con el número 21, con 482 kilos de peso fue el mejor toro de la corrida. Allí fue a portagayola Manuel Escribano a pesar de la falta de atención de los torileros que abrieron la puerta sin reparar en la voluntad del matador. Pudo haber costado un serio disgusto. Se escapan los detalles en esta plaza, como los dos minutos de silencio que se guardaron ayer. Uno antes y otro después del paseíllo. Para olvidar. El animal tuvo un comportamiento abanto de salida, suelto en el capote del sevillano. Lo llevá al caballo con un saleroso galleo por chicuelinas. Tercio de banderillas de esos que gustan a las peñas, con emoción y puesta en escena. Pidió un par más y el presidente se lo concedió. A punto estuvo de ocurrir una desgracia porque al salir del par, nadie cortó al toro y le pegó una fuerte voltereta sin consecuencias. Estuvo a merced de los pitones pero no llegó a herir. Brindis al público en su debut en el coso de Cuatro Caminos. Arrancó con dos cambiados por la espalda ajustados, gustándose. Con la confianza que da vestirse de torero con asiduidad. Embestía con codicia y bravura el de Valdefresno, arrastrando el morro. Escribano interpretó con la mano derecha los mejores muletazos de esa faena. Por abajo, dominando la embestida de un toro nada fácil de torear. Por el izquierdo tenía escaso recorrido y se metía por dentro. Le dio un respiro que le vino muy bien a mitad del trasteo para después enganchar varios naturales de importancia. Quizá las distancias no fueron las más adecuadas, pero gustó el de Gerena. Final por ajustadas manoletinas. Estocada trasera, desprendida y el presidente se niega a dar una oreja que el público pidió. Quizá con no demasiada fuerza, pero sí mayoría suficiente. Vuelta al ruedo.

Con el segundo de su lote volvió a irse a portagayola. Salió a por todas ligando varias verónicas y unas chicuelinas que calentaron el ambiente. El animal tenía buen tranco y los mejores presagios volvieron al ruedo. No quiso ni ver el caballo y al final optaron por ponerlo en dos ocasiones. Quite por gaoneras. Del tercio de banderillas destacó el último par, sentado en el estribo de dentro a afuera. La primera tanda con la mano derecha, de rodillas en el tercio fue calidad suprema. El animal embestía y el torero templaba. Enorme la siguiente con la diestra en los medios y la ovación fue estruendosa. Calidad en la embestida del de Valdefresno pero se rajó demasiado rápido. No cejó en su empeño el matador y logró sacar naturales templados y largos, de uno en uno. Le dieron un aviso antes de entrar a matar. La estocada fue efectiva pero defectuosa. Oreja a un compendio de dos buenas actuaciones.

Morenito de Aranda no tuvo excesiva suerte con los dos toros de su lote. El primero, el peor del encierro. No pudo el torero ligar ningún capotazo, prontobuscaba tablas. El tercio de varas, un trámite, no siquiera llegaron a meterle las cuerdas. Distraído también en el tercio de banderillas. Echaba la cara arriba al final del muletazo en la primera tanda con la mano derecha. Desclasado, salía suelto en el embroque. Acabó en la puerta de toriles y al torero, por más que quería, le resultaba imposible construir algo decente. Cuatro pinchazos y se echa para que lo apuntillen.

Se les fue la mano en el caballo con el quinto de la tarde que salió frenándose en el capote del burgalés. Extraordinarias hechuras las de Pitonero, una verdadera pintura de toro. El primero fue un puyazo trasero y largo, optaron por ponerlo una segunda vez. Gustó la ejecución en banderillas deLuis Carlos Aranda. Morenito estuvo siempre en torero, buscando ese pellizco natural que le caracteriza. Cargando la suerte, toreando con la mano derecha disfrutando por momentos. Una pena porque se paró demasiado rápido en la muleta y se acabó la faena. Le atacó mucho por el izquierdo pero le faltaban fuerzas a pesar de tener calidad. Bonitos remates de Morenito, entre ellos un trincherazo presioso. Estocada desprendida y salió a recoger una merecida ovación.

Alberto Aguilar fue el otro torero que realizó el paseíllo desmonterado. Debutaba en Santander y ha dejado un grato sabor de boca. El primero de su lote también tuvo bellas hechuras. Lo recibió con dos largas cambiadas de rodillas en el tercio y varias verónicas. Salía suelto del percal y mostraba poca fijeza. Dos grandes pares de Raúl Ruiz Bonilla. Buen inicio por abajo, muy asentado, fijando la embestida con mucha seguridad. Se rajó pronto, buscando tablas como la mayoría de sus hermanos. Se le metía por dentro al madrileño, todo tesón y firmeza. Su pundonor le hizo mandar en el ruedo con la muleta en la mano derecha. Bravísimo Aguilar que mató de media estocada arriba y un descabello.

Con el último toro de la tarde llegó la confirmación de los buenos presagios ofrecidos por este torero en Santander. Fue a por Langosto con otra larga cambiada de rodillas y se venía de largo al capote. Faltaba fijeza. La emoción la ponía el torero, sin lugar a dudas. Se le midió el castigo en el caballo para después interpretar un quite por mandonas chicuelinas rematadas con una media de gusto y clase. Tercio de banderillas efectivo, rápido y sin molestar. Un ejemplo, con este tipo de toros, en los tiempos que corren. Brindó de nuevo al público, curioso. Asentó las zapatillas en la oscura arena del coso santanderino y no hubo quien le quitara el sitio. Embraguetado durante toda la faena el torero triunfador de San Isidro. Aquello no fue una casualidad, desde luego porque los naturales que hemos visto hoy a un toro manso que buscaba tablas, han sido de los más importantes de la feria. Gran serie sin que el toro le tocara las telas, larguísimo y templado, hasta el final. Buena condición por ese pitón izquierdo pero se rajó pronto. Final con varios ayudados por alto. Pinchazo hondo y estocada. Gran ovación para el madrileño.

FICHA

Plaza de Toros de Santander. Coso de Cuatro Caminos. Tres cuartos de entrada. Tarde lluviosa con temperatura agradable. Toros de Valdefresno de extraordinaria presentación y juego desigual para:

Manuel Escribano: vuelta al ruedo tras aviso y oreja tras aviso

Morenito de Aranda: silencio tras aviso y ovación tras aviso

Alberto Aguilar: silencio tras aviso y ovación tras aviso
 

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