Gran broche final para la buena Feria Taurina de Guijuelo,
con Emilio de Justo y Manuel Diosleguarde a hombros, y tres toros de muy alta
nota de Casas de Orive, que sustituyeron
a los anunciados de Vellosino.
Plaza de toros de
Guijuelo. Ultima de
abono, con lleno en los tendidos y calor soportable. Tres toros de Casas de Orive, (1º, 2º y 3º) terciados de presentación y extraordinario
juego; 1º Bravo y noble. 2º con gran ritmo y calidad. 3º Bravo, entregado y con
trasmisión. Premiado con la vuelta al ruedo. Un toro del Puerto de San Lorenzo 4º de la tarde; grandon, deslucido y sin
entrega. Dos toros de La Ventana del
Puerto (5º y 6º) 5º Sin celo en los trastos. 6º Con entrega y vibración.
Miguel Ángel Perera de azul azafata y oro; Estocada
atravesada: oreja. Tres pinchazos y estocada trasera; saludos desde el tercio.
Emilio de Justo de azul rey y oro; Estocada: dos
orejas. Estocada: oreja.
Manuel “Diosleguarde” de sangre de toro y oro; estocada en
el hoyo: dos orejas. Estocada caída: dos orejas.
Perera no tuvo su tarde más redonda en el
coso chacinero. Con su primer toro, de gran calidad y escaso trapío, hizo lo
que quiso, toreo largo, en cercanías, desplantes, pero dio la sensación de
quedar una faena lavada. Su segundo toro no le dio ningún motivo para pensar en
el triunfo. Un toro soso como el agua de fregar, sin ninguna gracia.
Emilio de Justo toreo a placer a su primer toro, un
gran toro de Casas de Orive, (también justo de presencia) con el que el torero
de Torrejoncillo se gustó, templo una gran faena llena de caricias, ajuste y
empaque. Mató de un soberbio estoconazo. Su segundo fue un toro huidizo, manso
y sin ninguna entrega, con el que de Justo se puso porfión, a sabiendas de que
poco podía sacar de un pozo con tan poca agua.
Manuel “Diosleguarde” se revindica cada vez que le dan ocasión,
y ayer en Guijuelo lo volvió a hacer. Toreo a placer al bravo y encastado
tercero de la tarde. Con entrega absoluta, mando, poder y firmeza. Una gran
faena a un gran toro. Con su segundo toro, un toro que salió dormido y al que
costó despertar, hasta que lo hizo, embistiendo con entrega. “Diosleguarde” se
montó literalmente encima del animal, en otra faena llena de entrega y valor.
Mató de espadazo caído, pero lo realmente importante ya estaba hecho.
Una buena feria la de la villa chacinera, que pese a la
bajada de presupuesto, ha mantenido el interés y el listón de una de las ferias
más importantes del mes de agosto, y sigue creciendo.
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