D. LÓPEZ CHAVES ENTREGA EL ALMA EN LEDESMA

 

Domingo, no voy a escribir una crónica del festejo al uso, no lo voy a hacer porque no es el día, porque es una ocasión especial y porque no me da la gana.

Domingo, ayer fuiste el espejo para muchas cosas y para mucha gente, entre los que me incluyo. Fue un día bonito, muy bonito. Ayer sentí envidia hacia tu persona, hacia tu profesión y hacia tu pueblo, Ledesma. 

No sé si ni siquiera fuiste capaz de sonar la tarde, pero desde luego fue la tarde soñada. Envidie a tu pueblo porque fue todo corazón y entrega hacia tu persona, hacia ese vecino humilde y buena gente que ha puesto el nombre de Ledesma en el circuito taurino durante tantos años. 

 

Envidie tu profesión, como en otras tantas ocasiones, por la verdad, la entrega, la capacidad de sacrificio, el compañerismo, la lealtad, el valor, la popularidad… incluso si me apuras por el dinero y el estatus social, porque para mí, estar con un torero siempre es estar con alguien grande, con alguien a quien tener devoción y admiración.

Domingo ayer te envidie y mucho. Estuviste rodeado de toda tu gente, de tu familia, de tus amigos, de tu peña y tus seguidores… sentí en el corazón y en el alma que Ignacio estaba contigo, lo sentí de verdad… estuvo todo tu pueblo arropándote en una tarde muy importante para ti, y todo esto se notó desde el minuto uno. Desde que saliste al ruedo, después de más de veinte paseíllos en tu plaza, desmonterado en señal de respeto y agradecimiento a Ledesma… fue un gesto entrañable y de torero grande. Ayer te envidie por tu respeto a la profesión, por tu entrega sin límite, por tu capacidad delante de los animales, por tu humilde agradecida… te envidie por todo y por nada, porque yo creo que no hay nada más bonito en la vida que envidiar a una persona por eso mismo, por todo y por nada. Eso demuestra la categoría de ser humano que eres, lo sensato y discreto, lo humilde y agradecido, lo entregado y apasionado… un hombre con valores y los pies en la tierra.

Plaza de toros de Ledesma. Lleno en los tendidos en tarde de nubes y claros con lluvia y viento en los dos primeros toros. Toros de distintas ganaderías. 1º Castillejo de Huebra; con movilidad, rajado. 2º Montalvo; noble y con buen fondo, pero justo de fuerza. 3º Carmen Lorenzo; con movilidad nobleza y fondo. Premiado con la vuelta al ruedo. 4º Domingo Hernández; bravo y con fondo. 5º Casasola; bravo, noble con mucha calidad. Premiado con la vuelta al ruedo. 6º La Ventana del Puerto; sin entrega, soso y parado. 7º Domingo Hernández “Granaino” de nombre, marcado con el número 123, bravo, enclasado, con mucha trasmisión, noble y con un manantial de calidad. Indultado.

Domingo López Chaves de berenjena y oro. Único espada. 1º silencio. 2º dos orejas. 3º dos orejas. 4º dos orejas. 5º dos orejas y rabo. 6º ovación. 7º de regalo indultado, dos orejas y rabo simbólicas. Abandono el coso a hombros de su cuadrilla y amigos aclamado por todo sus vecinos y amigos. Gran tarde de toros. Actuaron como sobresalientes Miguel Ángel Sánchez y Salvador Ruano interviniendo los dos en un quite invitados por Domingo López Chaves.