Una de las tardes que quedaran en mi memoria, es la vivida ayer en casa de Manolo Gimeno. Estaban citados allí los noveles de La Escuela Taurina de Salamanca y los más pequeños. A la llegada de las furgonetas de La Escuela, cuando se abrieron las puertas laterales, salió de allí la ilusión, los nervios, la alegría, la incertidumbre, las ganas… personificada en la cara de los jóvenes alumnos; ¡Que alegría!
Álvaro Andrés, Rodrigo Alonso, Javier Benito, Pablo Domínguez, Juan Diego, Alejandro García, Álvaro González, Xavier Hernández, Carmen Herrero, Jesé Manuel Hidalgo, Alex Martin, Edgar Mena, Eric Miranda, Tobías Navarro, Hugo Panero, Francisco Javier Pavón, Carlos Pérez Álvaro Pérez, Víctor Pérez, Álvaro Prieto, Miguel Rayo, Julio Rebaque, Iñigo Rebaque, Rodrigo Rodríguez, Naia Rollón y Julio Vivas fueron los alumnos que o bien “debutaban” o repetían su actuación ante añojas con La Escuela Taurina de Salamanca, en esta ocasión con la presencia del diputado de La Escuela D. Jesús Mari Ortiz.
Da Gloria ver las caras de los niños y niñas ante los animales, la alegría que trasmiten, la inocencia, las ganas de demostrar lo aprendido durante las clases, la cara de viveza que ponen ante cualquier comentario de José Ignacio Sánchez o de sus compañeros en la docencia José Ramón Martin y Javier Martin. Da mucha alegría ver que la tauromaquia y el toro, interesa a las generaciones más jóvenes y que además lo viven con naturalidad. Es una satisfacción ver como los padres de las “futuras promesas” disfrutan tanto o más que sus propios hijos.
La verdad que lo vivido ayer en casa de Manolo Gimeno es una de las muchas experiencias bonitas que regala el mundo del toro. Ayer a todos estos alumnos les tocó la lotería de disfrutar de su afición, de ver de cerca la cara del animal y sentir lo que ahí se siente. Ayer ninguno de ellos se cambiaba por nadie, y seguro, vamos estoy convencido, que les costó conciliar el sueño recordando lo realizado delante del animal.
No sé qué nos deparara el futuro, no sé si alguno de los alumnos que vi ayer en el campo llegara a ser figura del toreo, pero lo que si tengo claro es que a ninguno de ellos se les va a olvidar lo vivido ayer en el campo. No sé si la Escuela Taurina de Salamanca lo habrá hecho como un regalo de Navidad a los más pequeños, puede que sí, pero lo que tengo claro es que si ha sido un bonito regalo de Navidad para todos los que vivimos la tarde de ayer. No perdáis nunca la ilusión, que con vuestra ilusión muchos, yo el primero, me ilusiono y me da vida. Enhorabuena a todos.
Llegarán o no...pero sí hay afición y sabrán amar este mundo. Me quedo con la ilusión,respeto y compañerismo de todos esos niños. Preciosas fotos como siempre
ResponderEliminarLlegarán o no...pero sí hay afición y sabrán amar este mundo. Me quedo con la ilusión,respeto y compañerismo de todos esos niños.
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