lunes, 9 de noviembre de 2020

EL PUBLICO EN UNA PLAZA DE TOROS ES IMPRESCINDIBLE

Ayer salí de la plaza de toros de Medina del Campo (Valladolid), con una sensación extraña, agridulce, no sé si lo explicare bien. Lo de dar un festejo taurino a cero de aforo, me parece una aberración al espectáculo. El público de una plaza de toros no es que sea necesario, es imprescindible. El ambiente, la algarabía, el bullicio las ovaciones, las broncas son totalmente necesarias, y ayer salí triste del festejo por su silencio, por su ambiente desangelado, por la falta de intensidad… Por otro lado, salí contento por la novillada que vi, dos novillos de vuelta al ruedo y una gran actuación de Valentín Hoyos sin espada.


 Plaza de toros de Medina del Campo (Valladolid). Tarde desapacible y lluviosa. Novillada desafío de ganaderías del Circuito de Castilla y León. Novillos de; Miranda de Pericalvo, sin acabar de entregarse. Antonio Bañuelos, bravo y codicioso. Pedraza de Yeltes, “Pomposito”, número 51 premiado con la vuelta al ruedo; bravo, humillador, codicioso, noble y con duración. Castillejo de Huebra, a más. Toros de Brazuelas, con complicaciones. José Escolar, “Misterioso”, número 31 premiado con la vuelta al ruedo; humillador, noble y con entrega.

Pablo Atienda de nazareno y oro, silencio en ambos.

Daniel Barbero de azul noche y oro, silencio tras aviso y oreja.

Valentín Hoyos de azul cielo y oro, silencio y oreja.

 El festejo se celebró sin público debido a las restricciones sanitarias impuestas por La Junta de Castilla y León.

Al término del festejo, el jurado otorgó los siguientes premios:

Mejor novillo: “Misterioso” de José Escolar

Mención especial: “Pomposito” de Pedraza de Yeltes

Mejor par de banderillas: Felipe Provenza

Mejor brega: Andrés Revuelta

Mejor puyazo: Alberto Sandoval.

PABLO ATIENZA



DANIEL BARBERO


 

VALENTIN HOYOS





Seguramente con público en los tendidos de la coqueta plaza de toros de Medina el resultado artístico hubiera sido otro. Seguramente el novillo de Bañuelos hubiera sido arrastrado con una gran ovación. Seguramente al novillo de Pedraza de Yeltes se le hubiera pedido el indulto. Y seguramente también, la terna hubiera abandonado el coso a hombros. Todo seguramente, pero todo quedó bajo el criterio del hombre que estaba en el palco, acertado o no, solo existía su criterio.

Triste aspecto de la plaza vacia.

 

 

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