No sé si puede haber otra cosa más bonita y más sentida que pasar “miedo” por una afición. Así lo hicieron el pasado sábado un grupo de aficionados al toreo en casa de Hermanos Asensio, en la finca Noguez, situada en el término municipal de Ledesma.
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| Antes del "Paseillo" con el ganadero. |
No suelo yo dejarme ver mucho por este tipo de “espectáculos”, no por nada, simplemente porque lo veo como una fiesta privada, en la que un grupo de aficionados va a torear. Pero el otro día no tenía “escapatoria” por tres razones fundamentales; era en casa de unos buenos amigos, toreaba un novillo el matador de toros y buen amigo Damián Castaño, y la tercera, es que me invito mi amigo Marce que estaba entusiasmado con el tentadero, así no se puede negar nadie y la verdad no me arrepiento en absoluto.
Pedro, Celine, Alberto, Roberto, Pablo, Marce, Guareña, Ángela y la actuación “estelar “de Mayra fueron los encargados de torear tres becerrotes, de gran juego y mucha nobleza escogidos por los ganaderos Ángel y Dani. A uno de ellos también salieron Willy Huertos y Daniel María para dejar patente su impronta y su temple. Por delante de ellos, como marca la antigüedad, Damián Castaño toreo becerro a placer. Con gusto, temple, cadencia y compas.
Una tarde muy agradable entre amigos que hacen lo que les gusta y disfrutan a su manera, sin otro propósito que pasar miedo por afición y gusto. La verdad que el torero que tenían de “director de lidia” (Damián Castaño) va sobrado de las dos cosas, afición y gusto. Gracias por la invitación.
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