miércoles, 5 de febrero de 2020

EL MOMENTO DE GÓMEZ DE MORALES



 
La tarde espectacular en cuanto a lo climatológico, soleada y con el viento en calma, algo fresquita de temperatura, pero muy agradable. Pasadas las cuatro y media de la tarde nos presentamos ante la portera de la finca "La Maza" en el término municipal de Terradillos (Salamanca), donde pasta la joven ganadería de Gómez de Morales propiedad de Dª Miriam Gómez y Dº Francisco Morales. Una finca de unas trescientas hectáreas perfectamente acondicionada para el ganado bravo y con una plaza de tientas de gran diámetro, callejón y corrales de grandes dimensiones. Su mayoral Ángel Sánchez, hombre de campo y gran conocedor del toro bravo, nos recibe para enseñarnos la camada para este año.




 
Tres corridas de toros y dos novilladas picadas conforman la camada 2020, que prepara con esmero y gran ilusión su mayoral Ángel Sánchez. Con el recorrimos los cercados, muy cuidados y perfectamente acondicionados, para ver los novillos y los toros. Tuvimos el privilegio de presenciar "la clase de gimnasia" a la que se somete dos días por semana a los animales para que estén fuertes y atléticos. Un lujo de tarde en la que también vimos las vacas de vientre con sus nuevas crías. Vacas sanas, lustrosas y con buen pelaje, con sus "becerretes" curiosos y juguetones, limpios de pelos y sanos, tema este que habla por sí solo del cuidado, manejo e implicación de los ganaderos y el mayoral de esta casa.
Los ganaderos Francisco y Miriam en el palco de la plaza de tientas.
 


Una ganadería joven pero sobradamente preparada, con encante Domecq vía "Vellosino" y "La Campana", aparte de una punta de vacas de Jandilla y otra de Garcigrande, conforma esta ganadería. Varias son ya las novilladas picadas que ha lidiado con sonados triunfos en Moralzarzal, Manzanares, Valencia... El hierro es una "G" mayúscula coronada y la divisa roja y blanca.


Una gozada de tarde en el campo charro donde descubrimos el cuidado y manejo del toro bravo en una ganadería que a base de afición, dedicación y esfuerzo de sus propietarios Miriam y Francisco, mas la ayuda de un gran profesional como su mayoral Ángel, buscan colocar la ganadería dentro del  difícil circuito de las ferias. Mimbres y conocimientos tienen de sobra, ahora se necesita una pizca de suerte para que el guiso triunfe en la mesa. El momento de servirlo es, ahora.

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