Uno de los toreros que ha realizado una temporada redonda,
no por el número de festejos ni tan siquiera por los triunfos, es Domingo López
Chaves. Su capacidad, entrega, paciencia y gusto ha sido merecedor del
reconocimiento del aficionado y del profesional, que han visto en Chaves a un
torero renovado. Curtido en mil batallas con las corridas más duras, las
denominadas "toristas", que tienen su lidia y son tan validas como
las otras, pero no permiten un segundo de relajo, ha demostrado que cuando un
toro le "regala" una embestida buena, torea con relajo, gusto e
incluso "arrebato".
¿Que ha supuesto para usted la temporada 2019?
Con palabras mayúsculas, un sueño, así te lo digo. Un sueño,
ha sido una temporada trabajada desde el campo, desde la soledad del invierno,
la oscuridad, la soledad, el día a día... y gracias a Dios se ha visto
reflejado en la plaza. La experiencia de los años, el no aburrirse uno, y todo
esto hace que surjan las cosas con naturalidad y que delante de la cara del
toro se exprese todo lo trabajado.
Usted siempre se ha caracterizado por la raza, la entrega,
la pasión delante de la cara del toro. Durante este invierno y durante la
temporada ha sacado a relucir un nuevo Chaves; un torero con gusto.
Sí, yo siempre he dicho que antes al no tener esa capacidad,
o esa técnica, o el dominio de cuajar un toro, lo salvaba con la raza, con el
amor propio, con el querer, con el deseo de triunfo... y ahora todo eso se ha
cambiado por disfrutar del toreo a mi manera, con mi gusto, que a unos les
puede gustar y a otros no, pero el disfrutar de porque de las cosas, el porqué
de los terrenos, cada muletazo, las distancias, los toques... todas esas cosas
ahora las veo y las disfruto muchísimo, y eso lógicamente se trasmite al
tendido. Lo que he hecho ha sido disfrutar muchísimo, cada embestida que me ha
regalado un toro le he puesto el alma, y abra salido mal, regular o peor, pero
cuando uno pone el alma lo trasmite.
Eso mismo le iba a decir; se le nota que el toreo le sale más
del alma, con más sentimiento.
Si, si, indudablemente. ¿Por qué ha llegado ahora? Pues será
por los años, por la experiencia, por los conocimientos, por muchas cosas, pero
bendito sea Dios que ha llegado, y ha llegado por lo menos en activo.
Yo recuerdo que en una charla con usted no hace mucho, (dos
años escasamente), me comento que veía cerca la orilla de la retirada; ¿Ha cambiado
su visión?
No. Bueno de la retirada, veo que ya he cruzado el charco, y
se ve la orilla, son veintidós años hará esta temporada de alternativa. Uno no
ha cambiado, no ha cambiado para nada. Lo que yo esté en el toro va a ser lo
que mi corazón diga y disfrutarlo al máximo. Ahora que estoy disfrutando de la
miel del toreo quiero estar en plena forma y disfrutarlo al máximo.
Puede usted presumir de tener una peña taurina con más
seguidores y más activa con su torero. En estos años de "vacas
flacas" han estado con usted siempre al pie del cañón. Ahora que viene el
triunfo, ¿ha notado usted el aumento de "amigos"?
Pues fíjate que no. Que
si mi peña se ha caracterizado por la fidelidad siempre, en los años de
torear cinco, cuatro, siete corridas de toros por los pueblos de la provincia,
siempre han estado conmigo, la peña y el pueblo de Ledesma. Los dos han tenido
un papel clave en mi carrera. Todos los años hemos festejado una comida en
navidad, luego una fiesta campera en mayo... siempre ha estado al pie del cañón
y les tengo mucho que agradecer. Yo siempre he dicho que la carrera de un
torero necesita de apoyos, y un apoyo fuerte para mí siempre ha sido mi peña y
mi pueblo.
Ahora que vienen estas fechas y todo son buenos deseos ¿Que
le pide al 2020?
Pues que le pido... pues que me deje disfrutar del toreo. No
le pido nada en especial, nada. Lo que salga en la temporada va a ser el fruto
del trabajo de estos años de atrás, no va a suponer un planteamiento distinto
de la temporada, ni de los entrenamientos... no le pido nada fíjate lo que te
digo. Salud para todos los míos y para mí, eso lo pido todos los años. Salud.
Pues yo le voy a pedir otra cosa, que siga usted con la
misma ilusión que desborda, con el mismo sentimiento y las mismas ganas de
expresar delante de la cara del toro. Que siga siendo fiel a sí mismo y a los
suyos. Que siga disfrutando del respeto que le tributa la afición y la profesión.
Y sobre todo que siga haciendo disfrutar al aficionado con sus
"nuevas" formas de interpretar el toreo. Y por descontado salud.
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