Hablar del torero de Linares, Curro Díaz, como de un torero
artista, no sé si será lo más correcto. Artista es, no cabe la menor duda, pero
también tiene otras cosas, valor, raza, naturalidad, temple... yo creo, a mi modo de ver, que es
mejor calificarlo como torero de sentimiento.
Torero de sentimiento, o de no sé qué. Hablaba el maestro de
Jerez, Rafael de Paula, de las famosas "bolitas que caen del cielo",
que al que le llegan esta bendecido, pues de esas bolitas, varias le pegaron de
lleno a Curro Díaz. Esas bolitas que sin saber porque te dan "eso"
que no tiene todo el mundo, "eso" que no se puede imitar,
"eso" que nace del alma y se trasmite a las muñecas, al toreo, a la
esencia.
Es un torero que
tiene mucho valor, mata Cuadri, Adolfo, Victorino, Baltasar Ibán... corridas
que precisamente el aficionado no empareja con un torero artista, por la
dificultad, la dureza, la casta... Pero a su vez este torero guarda
"eso" que solo tienen los elegidos, y cuando llega el momento lo deja
brotar, salir, relucir, fluir y llenar la escena y el alma.
Curro Díaz torero artista creo que es dejar corto el
calificativo al torero de Linares, y la verdad no creo que tenga muchos
calificativos que lo describan perfectamente si quedarte corto, o pasarte.
Curro es un hombre sentimental, honesto y limpio de alma, cualidades del hombre que
trasmite a su toreo. ¿Cómo calificarlo?, sencillo; sentimiento puro y duro.
Curro Díaz. |
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