OCTAVIO CHACÓN SU PRIMER CONTACTO EN MONTALVO

UNO DE LOS TOREROS REVELACION EN SAN ISIDRO 2018

 

Octavio Chacón es uno de los toreros destacados del pasado San Isidro. Un torero con catorce años de alternativa pero poco conocido en el circuito. Un torero que ha vivido durante más de siete temporadas la dureza de la tauromaquia baja del Perú, (no las grandes ferias), donde se matan toros de media casta o corridas toreadas. En su regreso a España, el Valle del Tiétar le abrió las puertas donde consiguió triunfos que le lanzaron a estoquear corridas duras a Francia, lo que le ha valido para entrar en plazas Españolas. En su primer San Isidro se ha revelado como un torero con valor, temple y capaz de ocupar un lugar importante en el escalafón. Le acompañamos en su primer contacto con "Montalvo" y charlamos con él.

¿Cómo vivió la tarde de Madrid?

Pues mira, yo llegue a Madrid después de pasar más de un mes, entre tentaderos, toros a puerta cerrada y la corrida de toros que mate en Vic-Fezensac (Francia), donde no me ha embestido un animal, todo me salía mal, y me veía anunciado en Madrid, San Isidro, y la verdad, no estaba cómodo. Afronte la tarde con profesionalidad y el oficio adquirido durante estos años. Con tranquilidad fui metiéndome en la tarde y la verdad que sin ser nada redondo, las cosas salieron bien. Ha sido una tarde que me ha valido mucho y estoy muy contento.

 

Madrid al final premia.

Pues sí, la verdad es que me siento muy feliz y muy contento de cómo están trascurriendo las cosas. Después de matar la corrida de toros de Saltillo he tenido el reconocimiento de la afición, de los profesionales... de todo el mundo, y han valorado mi actuación. Después de todos estos años de lucha, no me quería ir del toro sin que me dieran una oportunidad para poder demostrar de lo que soy capaz, y gracias a Dios me la dieron. Antes de Madrid todo eran dudas, con un futuro incierto. Gracias a Dios después de la de Saltillo, vuelvo a Madrid, voy a Pamplona, Bilbao, Ceret, Mont de Marsan... la verdad que estoy muy contento y muy feliz.

Todo el esfuerzo en plazas peruanas, corridas duras, entrenar sin tener contratos... ¿Merece la pena tanto esfuerzo?

Ha sido una incertidumbre todos estos años, pero gracias a confiar en uno mismo, ha tener fe, ilusión y afición por mi profesión, me ha dado fuerzas para aguantar el tirón de todos estos años que he estado sin torear, buscándome la vida... muchas veces hasta sin rumbo. Hasta que he encontrado el camino, he sabido esperarlo. Y si antes no me ha llegado la oportunidad, hasta lo agradezco. Como yo estoy preparado ahora no lo hubiera estado antes. Ahora que me ha llegado, me coge preparado, ilusionado y dispuesto a lo que haga falto. Ahora es el momento.

 

 

 

Su concepto es el valor; ¿ cómo se define usted?

Mi obsesión es torear despacio y profundo. Yo intento ponerle a todos los toros e irme acoplando en cada embestida. Cada toro es diferente y me tengo que acoplar a ello.

Madrid, Pamplona, Bilbao... A su apoderado Antonio Cava ya le suena el teléfono.

Ya suena no. Era por lo que luchaba, por poder meter la cabeza en las ferias, y ahora más que nunca tengo que dar motivos, ahora que me han dado la oportunidad tengo que dar golpes de atención cada tarde que me vista de torero. La forma de que el teléfono no deje de sonar es cortando las orejas, para poder reafirmar mi sitio en este tipo de corridas denominadas duras o exigentes.

El premio con la corrida de  Montalvo; ¿ la vera como un "dulce" entre tanta corrida dura?

Lo que es realmente duro es la vida, después yo solamente pido dos toros con el hierro que sea... El domingo en Madrid con una de Montalvo, es un autentico privilegio, algo que nunca había soñado. Ojala salgan bien las cosas y siga disfrutando de este momento que estoy viviendo.

 

A buen seguro que este torero no lo va a dejar al azar. Un hombre humilde y sencillo, sabedor de lo que ha logrado hasta ahora es fruto de su esfuerzo y dedicación. Un hombre tímido y poco hablador, agradecido y educado, con un concepto del toreo puro y templado. Un hombre que ha sufrido la soledad y la dureza  en Perú, pero que afronta la vida y su profesión con la mirada limpia y llena de ilusión. El sabe cuál es su sitio y va a luchar por conseguirlo.