jueves, 15 de septiembre de 2016

PERERA VOLVIO A SONREIR EN LA GLORIETA ANTE UN MONTALVO DE VUELTA AL RUEDO


UREÑA PASEO UN TROFEO DE SU PRIMERO.



Era la vuelta de Miguel Ángel Perera al coso de La Glorieta justo un año después del gravísimo percance sufrido ante un toro de Garcigrande. El público muy cariñoso con el torero extremeño le obligo a salir al tercio a recoger una clamorosa ovación al finalizar el paseíllo.
 
Plaza de toros de La Glorieta, tarde entoldada de fresca temperatura y ventosa. Media entrada de aforo cubierto. Toros de la ganadería salmantina de Montalvo, bien presentados y de juego desigual. Los tres primeros buenos, el 2º de nombre "Brivón", berrendo en negro, marcado con el nº86 y 555 kilos en la bascula fue premiado con la vuelta al ruedo. Sosos y sin gracia los tres siguientes.

Sebastián Castella, silencio y fuerte división tras los tres avisos.
Miguel Ángel Perera, dos orejas y división.

Paco Ureña, oreja y palmas de despedida.





Castella se enfrento en primer lugar a un toro encastado pero que se empleo poco. Intento la lidia en los medios pero el viento le deslució el trasteo. Su segundo un toro peligroso y rajado ante el que estuvo porfión y valiente. Faena larga sin llegar a encandilar a los espectadores. Dos pinchazos y seis descabellos dieron tiempo a que sonaran los tres avisos y el toro al corral.







Perera ante su primer toro, (premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre) firmo una faena de gusto, temple y clase. Lo cuajo con el capote desde el principio y aprovecho las claras y nobles embestidas del animal en una faena que caló en el tendido. Mato de estocada y corto las dos orejas. Su segundo fue otra cosa muy distinta. Un toro con las embestidas destempladas y rajado, con el que se pego un arrimón. Mato mal y escucho división de opiniones.





Paco Ureña realizo una faena de mano baja y mando a su primero, con fases de gran toreo sobre todo por el lado izquierdo. Faena variable dependiendo de la intensidad del viento, que en ese momento molestaba bastante. Estocada de la que sale rebotado, oreja. Su segundo un toro mansote y falto de fuerzas ante el que Ureña puso temple y suavidad sin conseguir su objetivo.
Perera cerro un circulo un año después como lo cierran los grandes toreros, triunfando. La plaza de Salamanca volvió a demostrar la sensibilidad que atesora reconociendo al torero y el mal rato que nos hizo pasar hace un año dedicándole una gran ovación.


 
 
 
 
 

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