LA FIESTA DE LOS TOROS TIENE FÁCIL DESPEGAR EN 2016

Ahora que ya se puede dar por concluida la temporada 2015, es hora de hacer balances, celebrar aciertos y enmendar errores. Muchas tardes de gloria, y muchos percances graves, porque este año ha sido muy duro, no más que otros, pero si con percances de mayor consideración.

El escalafón de matadores de toros esta capitaneado por David Fandila "El Fandi" con un total de 70 corridas de toros, seguido por Padilla 54 y Castella 52, luego ya vienen Morante, Escribano, Talavante, Perera, Manzanares, Ponce, Juli, Fandiño... todos los toreros que han estado en las ferias. Esto debe de seguir siendo así, a mi humilde forma de ver, pero con un cambio en la configuración de los carteles; me explico:

Las llamadas "figuras" están en las ferias por meritos propios, por una regularidad en sus actuaciones y por su trayectoria durante muchos años. Se lo han ganado en los ruedos. Ahora bien, hay un puñado grande de toreros jóvenes, y no tan jóvenes, que están llamando a las puertas de los empresarios a golpe de triunfos, a golpe de matar lo que les dan y dar la cara como leones. No quiero dar nombres por si me dejo alguno en el tintero, pero todos sabemos de qué toreros se habla ahora mismo en todos los corrillos de aficionados.

El invierno es largo y sirve para ordenar las ideas. Para ver lo que se ha hecho bien y lo que no. Ese es el momento que los empresarios tienen que darse cuenta que el final, más bien desde mediados de esta temporada ha habido como una especie de "revolución" de los toreros que piden paso. Las primeras ferias importantes del 2016: Castellón, Valencia y Sevilla van a ser el termómetro de como se puede plantear la temporada.

Tengo a la figura del empresario como una persona lista e inteligente, que quiere lo mejor para su negocio y para el aficionado, que no es otra cosa que las plazas de toros se llenen, y eso se consigue contratando lo que el aficionado demanda. 

Las figuras se han dado cuenta que su "comodidad" está en peligro, que por detrás viene una jauría de leones hambrientos de contratos y éxitos apretando horrores, y ellos, las figuras, son los primeros que van a apretar para seguir en el lugar de privilegio que ocupan, y los de atrás van a apretar para intentar desbancar del trono al figura. Es el momento de dar ese revulsivo necesario para poner la fiesta de los toros en el lugar que merece, y llenando las plazas es la mejor forma de defendernos de tantos ataques que sufrimos los que amamos la fiesta de los toros.

 Así de interesante y de dinámica se puede poner la temporada 2016, siempre y cuando los empresarios abran los carteles y den paso a todos esos toreros que están al acecho, para demostrar su valía y encaramarse a lo alto del escalafón.