SEVILLA ES UN SOLAR

La Maestranza vive un momento crítico y La Monumental no queda tan lejos como parece. Por segundo año consecutivo le asestan un golpe seco en su columna vertical y destrozan su abono por la falta de cuatro de las figuras claves del escalafón. Ellos se han hecho imprescindibles en los carteles a base de cerrar el paso a los toreros jóvenes ya que han mantenido su estatus monetario en la travesía del desierto a base de arroparse en los carteles para justificar el casi lleno como garantía de éxito y confeccionar una feria sin sus nombres parece inimaginable.

Eduardo Canoera y Ramón Valencia siguen en Senegal. Dos pésimos empresarios para un santuario del toreo que sigue dando dinero a pesar de su lamentable gestión. Faltan nombres propios en un serial compuesto por once corridas de toros; es más, los triunfadores de la pasada temporada debieran usar Sevilla como trampolín para 2015 por ley. Pero como en este mundo todo viene hecho desde noviembre del año anterior, para los modestos se convierte como mucho en un salto al vacío. Y de eso, precisamente, no tiene la culpa el Dúo Sacapuntas. Apunten nombres como Juan del Álamo, Diego Urdiales, Saúl Jiménez Fortes, López Simón, Miguel Ángel Delgado, Javier Castaño, Curro Díaz, Juan Mora, Víctor Barrio o Serafín Marín.

Al parecer, según las palabras de la empresa que son los únicos que han dado explicaciones al gran público, las contrataciones de Juli, Morante, Talavante y Perera han sido imposibles de todo punto. Tanto que se enteraban de las ausencias de alguno de ellos por la prensa. Al cambio, la venganza a tanto años de desaires contra ellos.

Faltan explicaciones porque no sobran los motivos para no hacer el paseíllo, pero hay que darlas. En 2014 entre tanto comunicado sin sentido apareció Miguel Ángel Perera para poner las cartas sobre la mesa y llevarse la partida por 'knock out'. Y después, en el ruedo, certificó su estado de figurón del toreo por encima del bien y del mal.

Para listo José María Manzanares que ya se pasea por el coso de Pagés como Pedro por su casa. Hasta en pijama, oiga. Negocio mi presencia, presiono a mis colegas y le llueven las hostias a los que se niegan. Maniobra de buen gestor con ese regalo de Navidad envenenado al G5. Por si no estaba lo suficiente enquistado el "temita".

No creo que los mexicanos estén detrás de esa plaza. Vamos, que no. Ni creo que unos sean tan malos y otros tan buenos, pero qué bien iba a quedar una rueda de prensa, aceptando todo tipo de preguntas, en el que quedara todo absolutamente claro ya se ha declarado una guerra abierta sin trincheras. La afición no merece ese trato, son los más afectados y menos culpables del ataque de orgullo de las figuras y las malas artes de dos empresarios antitaurinos.