CINCO TEMPORADAS EN EL PALCO DE LA GLORIETA
D. Ramón Sánchez Miguel presidente de la plaza de toros de La Glorieta, inspector jefe de policía,
buen aficionado y un hombre cercano. Siempre cuando hay festejos en la plaza de
toros de Salamanca, en el palco presidencial, asoma un hombre con barbas,
discreto e intentando hacer las cosas bien, unas veces salen y otras no tanto,
pero a ver quien es el listo que nunca falla en esta circunstancia. Yo creo que
nadie. Con D. Ramón estuve charlando, y haciéndole esta entrevista que acercara
más si cabe, a este hombre con el aficionado.
¿Cuándo presidió usted el primer festejo?
Hace ya catorce años. En Sancti Spiritus, en mi pueblo. Allí
debuté como presidente y desde entonces presido todos los festejos que allí se
celebran. Fíjate, cuando debuté de presidente, ya estaba de Delegado Gubernativo
en La Glorieta.
¿Cuándo empieza de Delegado Gubernativo en La Glorieta?
Empecé hace ya veinte años con D. Alberto Gallego de
presidente. Fué él quien me metió en “el tinglao”.
¿Cuándo hizo los cursos de presidente para espectáculos taurinos?
Los cursos los realicé precisamente aquí en Salamanca. Fue
en el año 97 y los recibimos en el Aula de Fray Luís de León, donde asistieron
los futuros presidentes de espectáculos taurinos de toda España. Fue una
experiencia muy bonita, porque después del curso tuvimos una jornada de campo
en la finca de D. Javier Pérez-Tabernero, donde los futuros presidentes de Andalucía,
se quedaron asombrados de la cantidad de encinas que tenemos aquí en las
fincas. Fue una experiencia muy bonita, constructiva y gratificante, compartir
esos días con todos los compañeros.
¿Cuándo debuta como presidente en La Glorieta?
Pues hace ya… El primer año fue la feria de 2010. Es decir, llevo ya cinco ferias como presidente en La Glorieta.
Su presencia en el palco es como la puesta en escena de
mucho trabajo anterior. ¿Cuándo comienzan realmente sus funciones?
El trabajo comienza desde el mismo día del desenjaule,
incluso una semana antes para tener todo listo y preparado, para que nada quede
en el olvido. Es importantísimo siempre estar pendiente de todo. Y el
presidente, como lógicamente comprenderás es el que mas responsabilidad lleva. Tienes
que estar durante esos diez o doce días entregado en cuerpo y alma a tus
funciones de presidente para que todo salga lo mejor posible, que al final es
lo que todos deseamos. Un presidente tiene que ser honrado y honesto, tiene que
hacer las cosas siempre con el corazón, pero también con la cabeza. Hay que
defender al que paga, que no es otro que el público, que quiere un espectáculo sano.
Ante esto, mi trabajo y el de mi equipo, Carlos Miguel Hernández
y Ángel José Pablo Yubero como delegados de la autoridad, va dirigido en esa dirección, la del
espectáculo íntegro y sano.
Como bien dices, no solo es el presidir el festejo desde el
palco. Desde que llegan los toros a la plaza, nosotros comenzamos a trabajar. Reconocimientos
a cargo del equipo veterinario en el que nosotros estamos presentes, todo el
tema de corrales, el tema de pesajes, levantar todas las actas, que es trabajo
del delegado y del secretario, pero que yo como presidente tengo que estar
presente en el momento de las actas, y de toda la documentación necesaria para
un espectáculo taurino.
Y el día de la corrida…
Desde temprano llegamos a la plaza de toros mi equipo y yo,
para tener toda la documentación lista. Después le pegamos otra miradita a la
corrida preparada para lidiarse, que ya ha pasado los pertinentes
reconocimientos veterinarios, donde se ha certificado que tiene el trapío
suficiente para la plaza de toros de Salamanca, que sea armoniosa, y que este
bien presentada, que es lo mas importante en una plaza como es Salamanca donde
la gente sabe mucho de toros y no se la debe de engañar.
¿Cuál es el peor momento que ha pasado usted en el palco?
Pues sí he tenido malos ratos, porqué lo voy a negar. Muchas
veces que crees, que la decisión que tomamos es buena, porque yo confió plenamente en mis asesores,
que son profesionales de esto, y que como yo, quieren el bien del espectáculo,
tanto los asesores artísticos, Juan Mari García y Víctor Manuel Martín, como los
asesores veterinarios, que forman un gran equipo, y además todos trabajan
directamente con el toro de lidia… Pero desde allí arriba hay veces que un toro
flojea o pierde las manos, pero le ves condiciones para el triunfo y que mete
bien la cara, y lo aguantas un poco a ver si se recupera, y al final fallas y nada
mas cambiar se cae, y entonces te das cuenta de tu fallo y no puedes rectificar…
¿Y el momento que más satisfecho se ha sentido en el palco?
Yo creo que son pulsos. Hay momentos que te sientes a gusto porque
crees que has cumplido con tu deber, que has concedido las orejas que tenías
que dar, siempre en conciencia, siempre pensando lo que solicita el público,
pero desde el punto de vista del presidente. Muchas veces tienes que conceder
orejas que como aficionado no las daría, pero que como presidente no queda más remedio por la solicitud del público. Muchos días me voy muy tranquilo, porque
se que he sido justo, y los trofeos que he otorgado han sido merecidos.
¿Aprecia que el mismo publico, o parte del público que pide
las orejas, luego las protesta?
Si, además se aprecia muy bien desde el palco, tenemos una
vista magnifica de toda la plaza. Arriba a veces llegan voces desaforadas
pidiendo los trofeos, “presidente désela que no es su oreja la que van a cortar”
y cosas de esas, y cuando la concedes, ese mismo individuo la silba cuando
llega al poder del torero. Son de esas cosas que no las entiendes, que tendrán
que pasar, pero yo no se si esa gente son aficionados realmente, creo que lo
que hacen es confundir un poco al resto del público. También te digo una cosa,
la gente no va preparada con sus pañuelos para pedir los trofeos, y muchas
veces los piden con voces, y para nosotros es muy difícil valorar si hay mayoría
suficiente para concederlo.
Siendo usted de aquí, moviéndose por el mismo sitio que
toreros, ganaderos, y aficionados, e incluso alternando con ellos, ¿se siente cohibido
o coaccionado en el palco?
Yo soy una persona abierta y sencilla, y hablo con todo el
mundo durante cualquier época del año, tengamos toros o no, pero una vez que
estoy en el palco mi función primordial es ser honesto y defender al
aficionado. Puede ser que la responsabilidad atenace un poco, y puede ser que
en algún momento se me vea tenso, no cohibido, pero lo que te garantizo es que
nunca coaccionado. Los ganaderos y los toreros, muchos amigos míos, saben cual
es su función, y saben cual es la mía, y la respetan por encima de todo.
Se ha dicho que en ocasiones el presidente antes de tomar
una decisión mira al callejón buscando la mirada del empresario. ¿Es cierto que
lo mira?
Yo miro a todo el mundo. Mi propósito es que todo el público
salga contento de La Glorieta. Es
más, yo abandono el palco cuando está saliendo la gente, y bajo las escaleras
con ellos, y si me tienen que decir algo me lo dicen, yo no me escondo. Me
gusta bajar con todo el mundo y que me digan las cosas, que además me pueden
valer para próximas ocasiones. Este año y el anterior, pero principalmente este
año, me han felicitado bastante al bajar por las escaleras, “enhorabuena
presidente han salido las cosas bien”. No espero a que salga el público, salgo
porque quiero aprender. Creo que con el tiempo se han ido haciendo las cosas
mejor, no es lo mismo el primer año que ves problemas por todos los sitios, que
ahora que ya tenemos una experiencia y sabemos lo que traemos entre manos.
No me ha contestado a la pregunta. ¿Las decisiones en el
palco las toma en consenso con la empresa?
No. Rotundamente no. Yo con Pablo Chopera y con Oscar
Chopera, y ahora con Manuel, tengo, tenemos todo el equipo una excelente relación.
Nos ayudamos en todo lo que podemos y valoramos mucho nuestro respectivo trabajo
o función dentro del espectáculo. Ellos en las decisiones del palco no se meten
para nada, las acatan sean de su mismo parecer o no, y nunca, digo nunca se han
metido en nuestras funciones. Hablamos mucho durante los reconocimientos sobre
los toros, la presentación, el trapío… en fin, de todo para que el espectáculo sea
lo más conveniente para Salamanca. Este año si es verdad, que en un par de
tardes creo recordar, o una tarde; la de los ocho toros, me pidieron un poco de
celeridad en los primeros tercios, pero por temas de tiempo, de la luz. Nunca y
lo vuelvo a repetir, nunca se meten en las funciones del palco. Son buenos
aficionados, buenos empresarios y buena gente.
Ahora ya conocemos un poco mejor a D. Ramón, que me dice que
no lo llame de usted, pero es el presidente de La Plaza de Toros de La Glorieta, y para mí eso
tiene muchísimo mérito. Llegar a satisfacer a diez mil personas no debe de ser
nada fácil. D. Ramón, yo seguiré llamándole de usted por respeto y porque se lo
merece.
Un grandísimo presidente si señor
ResponderEliminar