viernes, 21 de noviembre de 2014

D. RAMÓN SÁNCHEZ MIGUEL TODO UN PRESIDENTE DE VUELTA AL RUEDO


CINCO TEMPORADAS EN EL PALCO DE LA GLORIETA




D. Ramón Sánchez Miguel presidente de la plaza de toros de La Glorieta, inspector jefe de policía, buen aficionado y un hombre cercano. Siempre cuando hay festejos en la plaza de toros de Salamanca, en el palco presidencial, asoma un hombre con barbas, discreto e intentando hacer las cosas bien, unas veces salen y otras no tanto, pero a ver quien es el listo que nunca falla en esta circunstancia. Yo creo que nadie. Con D. Ramón estuve charlando, y haciéndole esta entrevista que acercara más si cabe, a este hombre con el aficionado.



¿Cuándo presidió usted el primer festejo?
Hace ya catorce años. En Sancti Spiritus, en mi pueblo. Allí debuté como presidente y desde entonces presido todos los festejos que allí se celebran. Fíjate, cuando debuté de presidente, ya estaba de Delegado Gubernativo en La Glorieta.

¿Cuándo empieza de Delegado Gubernativo en La Glorieta?
 Empecé hace ya veinte años con D. Alberto Gallego de presidente. Fué él quien me metió en “el tinglao”.

¿Cuándo hizo los cursos de presidente para espectáculos taurinos?
Los cursos los realicé precisamente aquí en Salamanca. Fue en el año 97 y los recibimos en el Aula de Fray Luís de León, donde asistieron los futuros presidentes de espectáculos taurinos de toda España. Fue una experiencia muy bonita, porque después del curso tuvimos una jornada de campo en la finca de D. Javier Pérez-Tabernero, donde los futuros presidentes de Andalucía, se quedaron asombrados de la cantidad de encinas que tenemos aquí en las fincas. Fue una experiencia muy bonita, constructiva y gratificante, compartir esos días con todos los compañeros.

¿Cuándo debuta como presidente en La Glorieta?
Pues hace ya… El primer año fue la feria de 2010. Es decir,  llevo ya cinco ferias como presidente en La Glorieta.

Su presencia en el palco es como la puesta en escena de mucho trabajo anterior. ¿Cuándo comienzan realmente sus funciones?
El trabajo comienza desde el mismo día del desenjaule, incluso una semana antes para tener todo listo y preparado, para que nada quede en el olvido. Es importantísimo siempre estar pendiente de todo. Y el presidente, como lógicamente comprenderás es el que mas responsabilidad lleva. Tienes que estar durante esos diez o doce días entregado en cuerpo y alma a tus funciones de presidente para que todo salga lo mejor posible, que al final es lo que todos deseamos. Un presidente tiene que ser honrado y honesto, tiene que hacer las cosas siempre con el corazón, pero también con la cabeza. Hay que defender al que paga, que no es otro que el público, que quiere un espectáculo sano. Ante esto, mi trabajo y el de mi equipo, Carlos Miguel Hernández  y Ángel José Pablo Yubero como delegados de la autoridad, va dirigido en esa dirección, la del espectáculo íntegro y sano.
Como bien dices, no solo es el presidir el festejo desde el palco. Desde que llegan los toros a la plaza, nosotros comenzamos a trabajar. Reconocimientos a cargo del equipo veterinario en el que nosotros estamos presentes, todo el tema de corrales, el tema de pesajes, levantar todas las actas, que es trabajo del delegado y del secretario, pero que yo como presidente tengo que estar presente en el momento de las actas, y de toda la documentación necesaria para un espectáculo taurino.





Y el día de la corrida…
Desde temprano llegamos a la plaza de toros mi equipo y yo, para tener toda la documentación lista. Después le pegamos otra miradita a la corrida preparada para lidiarse, que ya ha pasado los pertinentes reconocimientos veterinarios, donde se ha certificado que tiene el trapío suficiente para la plaza de toros de Salamanca, que sea armoniosa, y que este bien presentada, que es lo mas importante en una plaza como es Salamanca donde la gente sabe mucho de toros y no se la debe de engañar.

¿Cuál es el peor momento que ha pasado usted en el palco?
Pues sí he tenido malos ratos, porqué lo voy a negar. Muchas veces que crees, que la decisión que tomamos es buena,  porque yo confió plenamente en mis asesores, que son profesionales de esto, y que como yo, quieren el bien del espectáculo, tanto los asesores artísticos, Juan Mari García y Víctor Manuel Martín, como los asesores veterinarios, que forman un gran equipo, y además todos trabajan directamente con el toro de lidia… Pero desde allí arriba hay veces que un toro flojea o pierde las manos, pero le ves condiciones para el triunfo y que mete bien la cara, y lo aguantas un poco a ver si se recupera, y al final fallas y nada mas cambiar se cae, y entonces te das cuenta de tu fallo y no puedes rectificar…

¿Y el momento que más satisfecho se ha sentido en el palco?
Yo creo que son pulsos. Hay momentos que te sientes a gusto porque crees que has cumplido con tu deber, que has concedido las orejas que tenías que dar, siempre en conciencia, siempre pensando lo que solicita el público, pero desde el punto de vista del presidente. Muchas veces tienes que conceder orejas que como aficionado no las daría, pero que como presidente no queda más remedio por la solicitud del público. Muchos días me voy muy tranquilo, porque se que he sido justo, y los trofeos que he otorgado han sido merecidos.

¿Aprecia que el mismo publico, o parte del público que pide las orejas, luego las protesta?
Si, además se aprecia muy bien desde el palco, tenemos una vista magnifica de toda la plaza. Arriba a veces llegan voces desaforadas pidiendo los trofeos, “presidente désela que no es su oreja la que van a cortar” y cosas de esas, y cuando la concedes, ese mismo individuo la silba cuando llega al poder del torero. Son de esas cosas que no las entiendes, que tendrán que pasar, pero yo no se si esa gente son aficionados realmente, creo que lo que hacen es confundir un poco al resto del público. También te digo una cosa, la gente no va preparada con sus pañuelos para pedir los trofeos, y muchas veces los piden con voces, y para nosotros es muy difícil valorar si hay mayoría suficiente para concederlo.




Siendo usted de aquí, moviéndose por el mismo sitio que toreros, ganaderos, y aficionados, e incluso alternando con ellos, ¿se siente cohibido o coaccionado en el palco?
Yo soy una persona abierta y sencilla, y hablo con todo el mundo durante cualquier época del año, tengamos toros o no, pero una vez que estoy en el palco mi función primordial es ser honesto y defender al aficionado. Puede ser que la responsabilidad atenace un poco, y puede ser que en algún momento se me vea tenso, no cohibido, pero lo que te garantizo es que nunca coaccionado. Los ganaderos y los toreros, muchos amigos míos, saben cual es su función, y saben cual es la mía, y la respetan por encima de todo.

Se ha dicho que en ocasiones el presidente antes de tomar una decisión mira al callejón buscando la mirada del empresario. ¿Es cierto que lo mira?
Yo miro a todo el mundo. Mi propósito es que todo el público salga contento de La Glorieta. Es más, yo abandono el palco cuando está saliendo la gente, y bajo las escaleras con ellos, y si me tienen que decir algo me lo dicen, yo no me escondo. Me gusta bajar con todo el mundo y que me digan las cosas, que además me pueden valer para próximas ocasiones. Este año y el anterior, pero principalmente este año, me han felicitado bastante al bajar por las escaleras, “enhorabuena presidente han salido las cosas bien”. No espero a que salga el público, salgo porque quiero aprender. Creo que con el tiempo se han ido haciendo las cosas mejor, no es lo mismo el primer año que ves problemas por todos los sitios, que ahora que ya tenemos una experiencia y sabemos lo que traemos entre manos.

No me ha contestado a la pregunta. ¿Las decisiones en el palco las toma en consenso con la empresa?
No. Rotundamente no. Yo con Pablo Chopera y con Oscar Chopera, y ahora con Manuel, tengo, tenemos todo el equipo una excelente relación. Nos ayudamos en todo lo que podemos y valoramos mucho nuestro respectivo trabajo o función dentro del espectáculo. Ellos en las decisiones del palco no se meten para nada, las acatan sean de su mismo parecer o no, y nunca, digo nunca se han metido en nuestras funciones. Hablamos mucho durante los reconocimientos sobre los toros, la presentación, el trapío… en fin, de todo para que el espectáculo sea lo más conveniente para Salamanca. Este año si es verdad, que en un par de tardes creo recordar, o una tarde; la de los ocho toros, me pidieron un poco de celeridad en los primeros tercios, pero por temas de tiempo, de la luz. Nunca y lo vuelvo a repetir, nunca se meten en las funciones del palco. Son buenos aficionados, buenos empresarios y buena gente.



Ahora ya conocemos un poco mejor a D. Ramón, que me dice que no lo llame de usted, pero es el presidente de La Plaza de Toros de La Glorieta, y para mí eso tiene muchísimo mérito. Llegar a satisfacer a diez mil personas no debe de ser nada fácil. D. Ramón, yo seguiré llamándole de usted por respeto y porque se lo merece.
 





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