Plaza de Toros cubierta de Alba de Tormes. Casi lleno en los
tendidos. Toros de El Puerto de San Lorenzo para
Óscar Mota, ovación y dos orejas
Juan José Padilla, dos orejas y oreja
Juan del Álamo, ovación y dos orejas
Con casi lleno en los tendidos de la cubierta albense
iniciaron el paseíllo dos de los triunfadores de la temporada 2014. El primero
de ellos numérico ya que Juan José Padilla ha sido de nuevo número uno
del escalafón y Juan del Álamo confirmando los grandes propósitos del
pasado año. Por delante Óscar Mota, un joven rejoneador que busca un
sitio en el toreo a caballo. Noble encierro de El Puerto de San Lorenzo
mostrando de nuevo esa regularidad que lo ha llevado a las cotas más altas en
las grandes ferias.
Tuvo enfrente un buen ejemplar de la divisa salmantina Óscar Mota, al que le faltó un punto de conexión con el tendido para llegar arriba con contundencia. La falta de experiencia lógica la suple con garra y los fallos técnicos son menos cuando se pone corazón en todo lo que se hace. Buen rendimiento en banderillas aunque no tuviera suerte con el rejón de muerte que le hizo perder la posibilidad de conseguir algún trofeo. Las cosas cambiaron con el cuarto de la tarde, se mostró más relajado y confiado para sacar lo mejor del astado. Quiso arriesgar en cada cite y pudo arrancar varias ovaciones. Culminó la actuación con un rejonazo que le permitió cortar las dos orejas para salir a hombros.
Juan José Padilla despedía temporada española en la
localidad salmantina. El segundo de la tarde tuvo excelentes cualidades en su embestida
y fue aprovechado por el jerezano desde el recibo con el capote. Acompasadas
verónicas y un quite por chicuelinas muy personal, con sello propio. Tras un
excelente tercio de banderillas protagonizado por el matador llegó el delirio a
través de varias series de muletazos cargados de temple. Los dos pitones
sirvieron para hacer disfrutar de verdad al matador. Una estocada fue
suficiente para conseguir el doble trofeo. Peores condiciones tuvo el quinto
con el que tocó arrimarse y demostrar que se puede brillar con diferentes tipos
de lidia. El toro se desplazaba menos pero se pudo ver la versión más guerrera
de un torero que no ha perdido el fuelle en todo el verano. Espadazo y una
oreja para dar fin a un festejo triunfal para él días antes de marcharse a
comenzar la temporada americana.
Juan del Álamo tuvo peor suerte con el lote. Tuvieron clase
sus rivales y colocaron la cara con calidad pero les faltó un poco de fuerza
para dejar ver a ese torero en sazón capaz de poner boca abajo a cualquier
plaza de toros. El triunfador de la
Feria de Salamanca poco pudo hacer con el tercero, tan sólo
estirarse con la capa para firmar verónicas de cartel de toros. Sensacional. A
pesar de ello, tenía una oreja en la mano que fue marrada a espadas. Cambió el
rumbo en el trasteo del que cerraba plaza. Se lastimó la mano al comenzar la
faena de muleta pero se vino arriba y permitió torear al natural con largura,
temple y compás. Siempre de menos a más para dar muerte con una estocada de la
que salió fuertemente volteado. Dos orejas y a hombros en el día grande de Alba
de Tormes.
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