El misterio de la suspensión del Domingo de Resurrección

Corría el 31 de marzo del año 2013. Plaza de Toros de Las Ventas.  Tradicional festejo del Domingo de Resurrección con seis toros aprobados de Peñajara en los chiqueros y Leandro, Sergio Aguilar y Fernando Cruz en el cartel. El mal estado del ruedo impidió aquel día hacer el paseíllo debido a las incesantes lluvias caídas sobre la arena venteña. La promesa, de palabra, por parte de la empresa de repetir el festejo en los meses de verano fue firme.

Llegó San Isidro y la suerte no sonrió a ninguno de ellos, de hecho Cruz no llegó a hacer el paseíllo. A él, lo acartelaron en el mes de junio con una de Los Recitales junto a Juan del Álamo y Rubén Pinar.

El tiempo pasaba, los carteles sucedían, y nunca jamás volvieron a mentar el cartel de la suspensión. Los tres, por diferentes motivos: Leandro había cortado una oreja en 2012, Sergio Aguilar con su habitual tirón entre la afición de Madrid y Fernando Cruz tras la fuerte cornada sufrida, habían ganado con creces ese puesto que más tarde les vilipendiaron.

El problema se agrava en 2014 cuando presentan la ambiciosa Feria de San Isidro de los treinta y un festejos ininterrumpidos. Sorpresa mayúscula cuando ninguno de los tres nombres aparecen en los carteles. Fuera sin motivo aparente. Lo de achacar a la falta de huecos suena a vieja excusa porque hubo toreros con dos y hasta tres tardes cuyos méritos se reducen a los despachos.

¿Qué ha sucedido? ¿Por qué se pasa de prometer un festejo a borrar sus nombres del mapa? No hay respuesta. En primer lugar porque nadie lo pregunta y en segundo porque cualquier respuesta sonaría a excusa barata de oferta en el Corte Inglés.

La dignidad del toreo. La palabra. ¿Dónde quedan los valores éticos de una profesión respetada en la historia? La empresa de Madrid los ha pisoteado en este caso. Y no es la primera vez. Ni será la última.

La afición de Madrid no sólo ha perdido la oportunidad de ver a tres grandes toreros. Pierde también la dignidad de una plaza que siempre ha dado gloria a los toreros que se lo han ganado.