viernes, 5 de abril de 2013

Julio García y sus 'fuenteymbros'


Es digno de elogio que en los tiempos que corren, un industrial invierta parte de su dinero en formar una ganadería de bravo. Esto es lo que sucedió en el año 2008 con Julio García Hernández, gran aficionado al toro. Su sueño era tener una ganadería de toros de lidia, pero no una cualquiera. Buscaba una ganadería que le hiciera disfrutar e hiciera disfrutar al torero. Sin pensarlo dos veces se inclinó por Fuente Ymbro. Se puso en contacto con Ricardo Gallardo y le compro vacas de su camada.



En la finca Don Antonio, en el término municipal de Sando (Salamanca) pastan desde entonces. La selección que se produce en esta casa es una nota a tener en cuenta, ya que siendo una ganadería jovencísima, es una selección estricta a más no poder. Como dice su propietario,”…de lo bueno me quedo con lo mejor, no valen medias tintas…”.



Hasta este año no ha lidiado en festejos mayores, solamente becerradas, lo que le ha valido de orientación para ver que el camino tomado es el correcto. Estos festejos y los toros “quemados” en el campo a puerta cerrada le dan una clara idea de lo que trae entre manos.
Este año da el salto, una novillada entera ha ido para Madrid para cubrir el sitio de los sobreros en el ciclo de novilladas, y otra perfectamente presentada esta reseñada para una feria importante del territorio nacional.




Julio García no es un hombre rico que se quiere sentir ganadero de lidia. Es un apasionado del toro que ha dado un paso importantísimo en su vida, meditado y consensuado, y que lo llevara hasta el final pase lo que pase. Muchos son los ganaderos de toda la vida que están teniendo que matar sus reses en el matadero por que no encuentran otra salida. Julio es el caso opuesto, un ganadero nuevo con el depósito de la ilusión lleno, con las ganas del principiante y con la simiente de una ganadería puntera como es Fuente Ymbro.


1 comentario:

  1. No decaiga Ud. en desanimo. Tiene todo mi aliento, asi como el de mis amigos.
    Desde Barcelona, digan lo que digan, prohiban lo que prohiban los descerebrados, aqui sigue habiendo aficion y no claudicaremos ¡¡jamas!!.
    Un saludo.Llevo aqui en Barcelona cuarentaisiete años, pero sigo siendo de ahi, de Santa Maria de Sando.

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