Dispuesto a subir al carro del éxito

Damián Castaño afronta uno de sus grandes retos, personal y profesionalmente hablando. La novillada del día de hoy en Madrid tiene que ser el inicio de una brillante temporada para este novillero que pretende tomar la alternativa este verano. Hace el paseíllo en San Isidro junto al zamorano Alberto Durán y Gómez del Pilar para estoquear la novillada de Guadaira. Dos pesos pesados del escalafón novilleril que han de servir de acicate para un herido Damián Castaño. Herido por dos motivos. El primero tras ver suspendido el anterior festejo en el que estaba anunciado en Madrid con la ganadería de Nazario Ibáñez, resultando ser una gran novillada tras ser lidiada unos días después. Y en segundo lugar para reivindicar el sitio que le han robado los Postigo en León. Su alternativa estaba programada para esa fecha, incluso descartó varias posibilidades que le habían ofrecido por ser fiel a su palabra y así se lo han pagado. Los hijos del recientemente fallecido empresario, Gustavo Postigo, no han estado a la altura de su padre.

Canallito de Guadaira abrirá para Damián la puerta de las ilusiones. La mayor pasa por tomar la alternativa con un cartel rematado en una feria de importancia. Volverá a Madrid el 17 de junio para torear otra vez, pero tiene en la mano la oportunidad de reservar el pasaporte de las grandes ferias. Para ello se ha entrenado duramente como el tentadero del pasado viernes en casa del gentil ganadero ledesmino Luis Palla con vacas fuertes con las que Damián pudo ver pitones y sentirse a gusto, y sobre todo firme, de cara a su comparecencia venteña. Confiamos en Damián Castaño y estaremos pegado al televisor para ver el triunfo de un luchador diario.