lunes, 1 de diciembre de 2025

ALEJANDRO MARCOS SIGUE ILUSIONANDO

 

Siempre me lo habéis oído decir, los que me conocéis y los que no, que Alejandro Marcos es uno de mis toreros de cabecera, y no me escondo, ni en las buenas ni en las malas. Sus formas, su concepto, su forma de interpretar el toreo es algo que me tiene cautivado desde la primera vez que lo vi, y fue de novillero sin caballos. ¡Ya ha llovido!


Hace unos días, estuve con Alejandro Marcos, en la finca de Rollanejo, donde toreo un toro, un señor toro, de la ganadería de Toros Orive, que no salió como la gran corrida de toros lidiada en Guijuelo, pero que sirvió para ver la intensidad, el compromiso y la verdad del torero.

Las temporadas del 21 y del 22 parecían que iban a ser el lanzamiento definitivo de este torero, pero por unas cosas o por otras, las cosas no rodaron como todos queríamos, y el “castigo” para este torero fue desmesurado.

¿Estos años en el banquillo como se llevan?

Bueno, pues el 23 con la inercia de los dos años anteriores, y después de matar una corrida de toros, siempre tenía la ilusión de que llegara la siguiente, y casi no me di ni cuenta de cómo paso la temporada. La verdad que el 24 y el 25 se me han hecho mucho mas pesados. Yo entreno con la misma ilusión de siempre, soy el mismo torero que siempre… Siempre he vivido con la misma dedicación a mi profesión y con el mismo respeto… y que no salgan contratos, pues cuesta, cuesta pasar los días. Gracias a Dios el toreo me sigue conmoviendo igual que siempre y es lo que me da ilusión en los días más bajos.



¿Qué paso para que te bajaras del tren o te bajaras? No sé muy bien si te bajaste tu o te hicieron bajar.

Bueno yo creo que en el 2022 se crearon unas expectativas muy altas, y la temporada, pues a lo mejor no estuvo a la altura de lo que se esperaba. Está claro que la tarde más importante de la temporada, fue la de Madrid, y no salieron las cosas, y eso la verdad que te lastra un poco, y más hoy en día, en el mundo en el que vivimos, que todo tiene que ser ya, y todo tienen que ser resultados y prisas. Está claro que yo tengo gran parte de culpa, la mayoría de la culpa es mía, pero sí que es verdad que no recuerdo un castigo igual que el mío en lo que yo llevo en el toreo. No recuerdo un torero que haya estado en bastantes sitios importantes, y al año siguiente no toree ni una corrida de toros. Sinceramente, no recuerdo un castigo así.


Desilusionado seguro que has estado; ¿Pero llegar al punto de perder la ilusión?

No eso nunca. Nunca por el toreo y la afición que tengo a lo que es torear. Sí que es verdad que pierdes la ilusión cuando ves, que salen carteles y mi nombre no está en ellos, pues si te quita un poquito la ilusión, y ves lejano volver a una plaza, y te haces preguntas y te agobias un poco… cuando pasas años en blanco está claro que lo ves difícil, pero gracias a Dios, la ilusión que tengo por seguir toreando bien, la gente con la que me rodeo, que también es importante, y también estas preocupados más que por torear, por el toreo. Todo esto es lo que me hace mantenerme con la motivación y la ilusión necesarias para seguir entrenando.

¿2026 se ve con más luminosidad que estos años anteriores?

Bueno, yo espero que sí. De momento no tengo nada a la vista, pero bueno… es verdad que esta temporada he podido torear una corrida de toros al final de temporada, en la que me he sentido muy a gusto y me ha dado un plus de ilusión. Tiempo hay para ser pesimista, ahora mismo estamos en diciembre, y uno siempre quiere ver las puertas abiertas.

No es comparar tu toreo con el de Morante; pero la retirada del maestro de La Puebla deja muchos huecos para toreros de tu corte.

Si hombre, yo creo que el maestro es insustituible y está claro que su retirada es negativa para el toreo y para todos. Al final para lo único que será positivo, y estoy seguro que lo será, es para su persona y así se lo deseo. Es un vacío que no lo va a llenar nadie, pero si es verdad que vamos a echar en falta un tipo de toreo que el aficionado está demandando, y estamos una gran ornada de toreros que lo intentamos realizar, que lo perseguimos o por lo menos lo intentamos, y creo que al aficionado le gustaría que esa forma de interpretar y esa forma de sentir el toreo estuviera más presente, y seguro que, con la ausencia del maestro, se va a echar más de menos.

Eres consciente de que son muchos, bueno, somos muchos los que confiamos en tu forma de sentir el toreo.

Sí, claro que soy consciente, y eso es una de las cosas alas que me agarro. Mucha gente está pendiente de mí, me han escrito hasta cartas aficionados, los profesionales están pendientes… Soy un afortunado porque recibo muchas muestras de cariño y animo por parte de mucha gente de diversos sitios, de diversas profesiones y de diversos estamentos dentro del toreo. Solo me falta lo importante, que uno de esos apoyos, sea de algún sitio que me pongan a torear.


El otro día en el campo, me sorprendió gratamente ver a Luis Miguel Villalpando. ¿Te va a apoderar, te va a acompañar? ¿Cómo está eso?

Luis Miguel es un gran amigo mío, al igual que lo es Diego. Llevo varios años viajando con ellos, yendo a ver a Diego, son muchos los momentos en los que he coincidido con los dos, son grandes amigos, dos personas con las que me encanta hablar de toros, nos entendemos y, sobre todo, nos apreciamos. Esa tarde que toree el toro, quería estar acompañado por amigos de verdad, y además con tantos conocimientos y que siempre están dispuestos para ayudarte en el día a día, a crecer como torero…. Pues no dude un segundo en llamarle para que me acompañara y poder seguir sus consejos.

En 2026 va a despertar más ilusiones que las que, a día de hoy tiene.

Sí, estoy convencido. Gracias a la corrida de toros que he podido torera este año y a los toros que he podido torear en el campo, te dan la seguridad y la tranquilidad de que uno sigue metido y que, a pesar de todas las dificultades, uno está enfocado en lo que tiene que estar. Por mucho que te cuente yo aquí, si cuando sale el toro, no estas y no encuentras nada de lo que buscas, pues sería imposible y en ese caso sí que hubiera tirado la toalla. Pero gracias a Dios estoy metido y deseando dar un paso hacia delante. Esto es lo que me tiene así de ilusionado.

Alejandro Marcos es un torero que lo tiene, que vive para ello y que rebusca en su interior, para que el toreo y el sentimiento fluyan con naturalidad. Es verdad que el castigo es excesivo, pero tiene la moneda, y el que tiene la moneda, la puede cambiar. Muchas veces me he preguntado; ¿Si este torero hubiera nacido de “Despeñaperros” para abajo habría sido tratado así? No lo creo. 







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