Siempre me lo habéis oído decir, los que me conocéis y los
que no, que Alejandro Marcos es uno de mis toreros de cabecera, y no me
escondo, ni en las buenas ni en las malas. Sus formas, su concepto, su forma de
interpretar el toreo es algo que me tiene cautivado desde la primera vez que lo
vi, y fue de novillero sin caballos. ¡Ya ha llovido!
Hace unos días, estuve con Alejandro Marcos, en la finca de
Rollanejo, donde toreo un toro, un señor toro, de la ganadería de Toros Orive,
que no salió como la gran corrida de toros lidiada en Guijuelo, pero que sirvió
para ver la intensidad, el compromiso y la verdad del torero.
Las temporadas del 21 y del 22 parecían que iban a ser el
lanzamiento definitivo de este torero, pero por unas cosas o por otras, las
cosas no rodaron como todos queríamos, y el “castigo” para este torero fue
desmesurado.
¿Estos años en el banquillo como se llevan?
Bueno, pues el 23 con la inercia de los dos años anteriores,
y después de matar una corrida de toros, siempre tenía la ilusión de que
llegara la siguiente, y casi no me di ni cuenta de cómo paso la temporada. La
verdad que el 24 y el 25 se me han hecho mucho mas pesados. Yo entreno con la
misma ilusión de siempre, soy el mismo torero que siempre… Siempre he vivido
con la misma dedicación a mi profesión y con el mismo respeto… y que no salgan
contratos, pues cuesta, cuesta pasar los días. Gracias a Dios el toreo me sigue
conmoviendo igual que siempre y es lo que me da ilusión en los días más bajos.
¿Qué paso para que te bajaras del tren o te bajaras? No sé
muy bien si te bajaste tu o te hicieron bajar.
Bueno yo creo que en el 2022 se crearon unas expectativas muy
altas, y la temporada, pues a lo mejor no estuvo a la altura de lo que se
esperaba. Está claro que la tarde más importante de la temporada, fue la de
Madrid, y no salieron las cosas, y eso la verdad que te lastra un poco, y más
hoy en día, en el mundo en el que vivimos, que todo tiene que ser ya, y todo
tienen que ser resultados y prisas. Está claro que yo tengo gran parte de
culpa, la mayoría de la culpa es mía, pero sí que es verdad que no recuerdo un
castigo igual que el mío en lo que yo llevo en el toreo. No recuerdo un torero
que haya estado en bastantes sitios importantes, y al año siguiente no toree ni
una corrida de toros. Sinceramente, no recuerdo un castigo así.
Desilusionado seguro que has estado; ¿Pero llegar al punto de
perder la ilusión?
No eso nunca. Nunca por el toreo y la afición que tengo a lo
que es torear. Sí que es verdad que pierdes la ilusión cuando ves, que salen
carteles y mi nombre no está en ellos, pues si te quita un poquito la ilusión,
y ves lejano volver a una plaza, y te haces preguntas y te agobias un poco…
cuando pasas años en blanco está claro que lo ves difícil, pero gracias a Dios,
la ilusión que tengo por seguir toreando bien, la gente con la que me rodeo,
que también es importante, y también estas preocupados más que por torear, por
el toreo. Todo esto es lo que me hace mantenerme con la motivación y la ilusión
necesarias para seguir entrenando.
¿2026 se ve con más luminosidad que estos años anteriores?
Bueno, yo espero que sí. De momento no tengo nada a la vista,
pero bueno… es verdad que esta temporada he podido torear una corrida de toros
al final de temporada, en la que me he sentido muy a gusto y me ha dado un plus
de ilusión. Tiempo hay para ser pesimista, ahora mismo estamos en diciembre, y
uno siempre quiere ver las puertas abiertas.
No es comparar tu toreo con el de Morante; pero la retirada
del maestro de La Puebla deja muchos huecos para toreros de tu corte.
Si hombre, yo creo que el maestro es insustituible y está
claro que su retirada es negativa para el toreo y para todos. Al final para lo único
que será positivo, y estoy seguro que lo será, es para su persona y así se lo
deseo. Es un vacío que no lo va a llenar nadie, pero si es verdad que vamos a
echar en falta un tipo de toreo que el aficionado está demandando, y estamos
una gran ornada de toreros que lo intentamos realizar, que lo perseguimos o por
lo menos lo intentamos, y creo que al aficionado le gustaría que esa forma de
interpretar y esa forma de sentir el toreo estuviera más presente, y seguro
que, con la ausencia del maestro, se va a echar más de menos.
Eres consciente de que son muchos, bueno, somos muchos los
que confiamos en tu forma de sentir el toreo.
Sí, claro que soy consciente, y eso es una de las cosas alas
que me agarro. Mucha gente está pendiente de mí, me han escrito hasta cartas
aficionados, los profesionales están pendientes… Soy un afortunado porque
recibo muchas muestras de cariño y animo por parte de mucha gente de diversos
sitios, de diversas profesiones y de diversos estamentos dentro del toreo. Solo
me falta lo importante, que uno de esos apoyos, sea de algún sitio que me
pongan a torear.
El otro día en el campo, me sorprendió gratamente ver a Luis
Miguel Villalpando. ¿Te va a apoderar, te va a acompañar? ¿Cómo está eso?
Luis Miguel es un gran amigo mío, al igual que lo es Diego.
Llevo varios años viajando con ellos, yendo a ver a Diego, son muchos los
momentos en los que he coincidido con los dos, son grandes amigos, dos personas
con las que me encanta hablar de toros, nos entendemos y, sobre todo, nos
apreciamos. Esa tarde que toree el toro, quería estar acompañado por amigos de
verdad, y además con tantos conocimientos y que siempre están dispuestos para
ayudarte en el día a día, a crecer como torero…. Pues no dude un segundo en
llamarle para que me acompañara y poder seguir sus consejos.
En 2026 va a despertar más ilusiones que las que, a día de
hoy tiene.
Sí, estoy convencido. Gracias a la corrida de toros que he
podido torera este año y a los toros que he podido torear en el campo, te dan
la seguridad y la tranquilidad de que uno sigue metido y que, a pesar de todas
las dificultades, uno está enfocado en lo que tiene que estar. Por mucho que te
cuente yo aquí, si cuando sale el toro, no estas y no encuentras nada de lo que
buscas, pues sería imposible y en ese caso sí que hubiera tirado la toalla.
Pero gracias a Dios estoy metido y deseando dar un paso hacia delante. Esto es
lo que me tiene así de ilusionado.
Alejandro Marcos es un torero que lo tiene, que vive para
ello y que rebusca en su interior, para que el toreo y el sentimiento fluyan
con naturalidad. Es verdad que el castigo es excesivo, pero tiene la moneda, y
el que tiene la moneda, la puede cambiar. Muchas veces me he preguntado; ¿Si
este torero hubiera nacido de “Despeñaperros” para abajo habría sido tratado así?
No lo creo.










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