domingo, 20 de julio de 2025

"EL CAPEA" DICE ADIOS EN GUIJUELO

 


Este año la feria taurina de Guijuelo tiene unas connotaciones muy especiales. La más especial de todas ellas, va a ser la retirada de los ruedos de Pedro Gutiérrez Lorenzo “El Capea”. Un torero maltratado por las empresas, y en muchas ocasiones, por la afición, pero que ha sido capaz de sobreponerse a las adversidades a base de raza, afición y entrega a su profesión, firmando una trayectoria de más de 21 años, con altibajos, pero más que digna. Con el hemos hablado un mes antes de su retirada de los ruedos.

Llegados a este momento; ¿Qué balance hace de su carrera?

Pues la verdad que muy, muy, muy positivo, porque la persona que soy, es gracias a todo lo que he vivido. He tenido la inmensa suerte de conocer muchísima gente maravillosa. He tenido la suerte de torear en todos los países del orbe taurino, en casi todas las plazas de máxima importancia de todos los países del panorama taurino. He tenido la suerte de enamorarme todavía más del toro bravo, de su personalidad y de sus valores, de los valores que trasmite ese animal… Mi familia es gracias al toro, yo a mi mujer la conocí gracias al toro, mis hijos están en este mundo gracias a que mi mujer y yo nos hemos conocido por el toro… entonces como puedes comprender, no tengo nada más que agradecimiento hacia mi profesión.

Dentro de todo ese agradecimiento que usted expresa; ¿No hay nada de resentimiento por el trato recibido?

No, bueno al final, cuando una persona es figura del toreo, que no es mi caso… Cuando una persona llega a ser figura del toreo, es porque ha podido con todo. Uno tiene que poder con los tratos de favor, con los tratos… pues digamos no de favor, por decirlo de alguna manera suave, o por los maltratos de las empresas, o de compañeros, o de todo un poco… uno tiene que poder con todo. Está claro que hay grandes toreros, que no son figuras del toreo, y luego están las figuras del toreo, que son los que han podido con todo eso y han llegado donde otros no hemos sido capaces de llegar. Pero, aun así, yo no tengo resentimientos. Si es verdad que ha habido momentos en mi vida, que me ha dolido, que no entendía nada, que no lo comprendía… pero luego con el paso del tiempo te das cuenta de que no hay que echarle la culpa a nadie sabes, que la culpa es de uno mismo, que aquí es muy fácil echar balones fuera, que es lo más sencillo, echarle la culpa a tal empresario que no me quiere poner, a tal… no pasa nada. Hay que disfrutar, ser feliz, aprender de todas las enseñanzas de la vida, sean buenas o sean malas, para forjar nuestro carácter y nuestra personalidad. Y yo, no tengo ningún resentimiento, te digo la verdad.



A parte de la tarde de su alternativa; ¿Qué tarde está siempre en su cabeza o en su corazón?


Bueno, gracias a Dios no me puedo quedar con una, hay muchas. Hay una tarde vivida recientemente, la despedida de los ruedos de mi padre en Guijuelo, es una tarde súper especial… Una tarde que toree con José Tomás en Salamanca, también es una tarde muy especial. En La Méjico he vivido tardes súper especiales, súper especiales. Albacete una corrida de Asprona muy especial… yo que sé, es que no podría quedarme con una. Gracias a Dios hay tantísimas, tantísimas tardes que no me puedo poner a enumerarlas porque son muchísimas, pero tengo muy buenos recuerdos.

¿Se ha sentido mejor tratado en Méjico que en España?

Sí, sí, eso sí que es verdad. Me he sentido allí mucho más reconocido, muchísimo más valorado, he sentido muchísimo más el calor y el afecto del público, y eso es algo que no se olvida. Yo siempre estaré muy, muy agradecido a Méjico. Porque en España lo que te he dicho con anterioridad, que no tengo resentimiento, pero sí que es verdad que se me ha respetado y valorado mucho más en Méjico que en España.


¿Se ha sentido respetado a nivel profesional?

Si, la verdad es que sí. Los compañeros, los profesionales, los ganaderos… eso es algo muy bonito. Para mí, eso me llena de orgullo, de satisfacción, de admiración a todas esas personas, pero si es cierto que siempre me he sentido muy respetado y muy valorado por todos los profesionales.

¿Por qué su retirada de los ruedos en la Plaza de Guijuelo?

Bueno… mi mujer hace unos años, hace ya tres o cuatro años, después de torear en Guijuelo, cuando estábamos cenando, me dijo una frase que es cierta, me dijo. “…uno no es de donde nace, uno es de donde lo quieren”, y yo la verdad que en Guijuelo me siento súper querido, súper querido, y entonces pues bueno, esa plaza se merecía algo especial en este último tramo de mi carrera, y por eso va a ser en Guijuelo, porque me siento muy querido.

Y después de ese día…

Bueno, gracias a Dios tengo muchísimas ilusiones, muchísimos proyectos con el campo, con la ganadería… Soy un hombre muy campero, me apasiona el mundo rural, me apasiona la ganadería… entonces bueno. La verdad es que no me voy a aburrir, eso si te lo digo seguro.

¿Si su hijo el día de mañana le dice que quiere ser torero?

Es algo que no me gustaría, no me gustaría; ¿por qué? Por la dureza de la profesión, se viven cosas muy duras. Yo he vivido cosas, en este siglo que nos ha tocado vivir, muy difíciles… Pero si su felicidad va en ese camino, no haría más que apoyarlo, eso está claro. Pero si me gustaría que su felicidad estuviera en otra dirección… que le encantara la ganadería, el campo, los caballos… lo que él quiera. Pero al final en eso no mando yo, así que tendrá que ser lo que él quiera.

En una ocasión me dijo que no se cortaría la coleta.

No, la verdad es que no, yo voy a ser torero toda mi vida, y no me quiero cortar la coleta.


“El Capea” es un torero al que siempre he admirado y respetado a partes iguales. Lo conozco desde que era un niño, y en el trascurso de la vida, he tenido la suerte de tratarlo, lo que me ha servido para tener un concepto, o prisma más que fidedigno, para conocer casi en profundidad a la persona. Un enfermo de su profesión. Un enamorado hasta las trancas del toro bravo. Un estudioso hasta la extenuación de los comportamientos del toro de lidia. Un ferviente admirador de “El Niño de La Capea”. Un enamorado de la vida y de su familia. Y lo que es más importante, es educado, respetuoso, amable… una gran persona. “Capea”, que disfrute de su retiro y de la vida. Enhorabuena por lo conseguido.

 



 


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