EL DIOS EOLO VOLATIZO EL TRIUNFO GORDO

 OREJA PARA LA RAZA DE "EL JULI" Y A LA TORERIA DE A. MARCOS

La tarde fue fría y desapacible, con un viento racheado que era imposible en más de una ocasión manejar con decoro los trastos. Si a todo esto le sumamos que a la ganadería lidiada ayer (Garcigrande, Domingo Hernández), no le suelen hacer mucha gracia los toques fuertes, pues es lógico el titular de hoy; “El dios Eolo volatizo el triunfo gordo”.

Plaza de toros de La Glorieta. Tres cuartos de aforo cubierto dentro de la normativa covid. Tarde soleada, fría y ventosa. Corrida de toros mixta. Dos toros para rejones 1º y 4º de Carmen Lorenzo, dos de Garcigrande 2º y 3º, y dos de Domingo Hernández, 5º y 6º. 1º Bien presentado y de gran juego, noble, fijo y con gran clase. 2º Justo de presentación, reservón, pero con nobleza. 3º Justo de presentación y de juego desigual. Se apagó pronto. 4º Bien presentado, bravo y con clase. 5º Justo de presencia. Complicado desde que salió por el chiquero. 6º Bien presentado. Bravo y codicioso.

Guillermo Hermoso de Mendoza; Silencio y silencio.

Julián López “El Juli” de nazareno y oro; estocada trasera, saludos. Entera atravesada y descabello; oreja.

Alejandro Marcos de “Chenel” y oro; dos pinchazos y estocada tendida antes de saludar una ovación. Estocada certera; oreja y fuerte petición de la segunda.

Guillermo Hermoso de Mendoza paso por la Glorieta como si con el no fuera la cosa. Dos toros de casa de El Capea para hacer el toreo bueno, con son, clase, entrega y duración. Frio como la tarde el jinete navarro que no se apretó en ningún momento.

“El Juli”, como el resto de los presentes, o por lo menos la mayoría, estuvo contrariado por la climatología, viento racheado imposible de domeñar. Así es muy difícil manejar las telas con precisión ante animales que requieren sutileza y tacto en los trastos. La faena a su segundo, el más complicado del encierro, realizó una faena de poder, raza, casta y valor.

 

Alejandro Marcos entro en el cartel por méritos propios después de su triunfo el día 12, sustituyendo al lesionado Pablo Aguado, y no decepciono. A su primero lo recibió de manera torerísima con el capote. En la muleta el toro se terminó demasiado pronto. Con su segundo realizo un trasteo torerísimo imponiéndose a la exigencia del toro y al molesto viento. Toreo de mano baja, riñones metidos, talones aplastados y giro de cintura… una delicia. Estocada y oreja de mucho valor, que certifica el gran momento de este torero.