LAS GANAS Y EL TOREO TRIUNFAN EN VILLORIA

CLASE PRACTICA DE LA ESCUELA TAURINA DE SALAMANCA EN LA QUE TRIUNFAN RAQUEL MARTIN Y "JAROCHO" CORTANDO DOS OREJAS EN SU DEBUT.

Las ganas, la entrega, la pasión y el toreo fueron las notas que caracterizaron el triunfo de los debutantes ayer en Villoria. Querer ser algo en el mundo del toro te da muchas papeletas para el triunfo, aunque tengan el cascaron pegado al culo.

Plaza de toros de Villoria (Salamanca) Lleno de la nueva normalidad en los tendidos, con el público manteniendo las distancias de seguridad y la mascarilla puesta. Clase práctica de La Escuela Taurina de Salamanca con novillos de Manuel Gimeno (1º y 3º) bien presentados y bravos, de mejor condición el tercero. 2º de Vellosino, bien presentado; con gran clase y temple. 4º de Santiago López Chaves bien presentado; bravo y con nobleza. 5º de Valrrubio, bien presentado; noble y con clase, justo de fuerza.

Saúl Sanz; ovación.

Manuel Tabernero; oreja.

Alejandro González; oreja.

Raquel Martín que mataba su primer novillo en público; dos orejas.

Roberto Martin “Jarocho” que mataba su primer novillo en público; dos orejas.

Al ser clase práctica, en los finales de las faenas de los tres primeros erales, salieron a dar unas tandas los alumnos de la escuela Alejandro Gimeno y Álvaro Rojo que saldaron su actuación con nota.

SAÚL SANZ.

 

MANUEL TABERNERO.

 

ALEJANDRO GONZÁLEZ

  

RAQUEL MARTIN

"JAROCHO"

ALEJANDRO GIMENO

ALVARO ROJO

 

Los debutantes Raquel Martin y Roberto Martin “Jarocho” se llevaron el gato al agua por entrega, ganas y disposición. Raquel Martin dio un claro y contundente toque de atención a todos los presentes a base de toreo bueno. Figura erguida, plantas asentadas y largo trazo de muletazo son sus credenciales, sin olvidarnos del valor. Jarocho derrocho ambición y ganas a raudales. En más de una ocasión atropello la razón, pero se agradece en un becerrista que peque de ganas. Saúl Sanz realizo un trasteo desangelado y sin fondo; paso de puntillas por Villoria. Manuel Tabernero se encontró con un buen novillo de Vellosino al que no encontró ni distancia ni toques; no se entendió con él. Alejandro González imprimió mas pasión a su trasteo sin acabar de redondearlo.

Una clase práctica de La Escuela Taurina de Salamanca que puso en valor el querer y las ganas de ser alguien en el mundo del toro de los debutantes. Una cura de humildad a los veteranos que les tiene que valer para arrear y crecerse ante los compañeros.