domingo, 14 de diciembre de 2014

ANGEL SANCHEZ MAYORAL DE SAYALERO



La labor de los mayorales me parece una de las más importantes dentro de una ganadería de bravo. Con Ángel Sánchez, mayoral de Sayalero estuve charlando. No tengo muy claro si el mayoral nace o se hace, pero yo creo que Ángel ya nació siendo mayoral, o por lo menos con los genes suficientes para serlo.
 

¿Cómo decide usted que quiere ser Mayoral?
Bueno pues empieza trasmitida por mi padre, un gran aficionado y un gran amante al campo y al toro bravo. Fue él, el que nos inculco el respeto al campo, a los animales, y a todo lo relacionado con ello. Después seguí con mi hermano, que estuvo de mayoral en El Puerto de San Lorenzo, que falleció en un accidente con el caballo en la finca de Sánchez Cobaleda, donde yo ya trabajaba con él. Allí comencé yo mi trayectoria en el campo hasta conseguir ser mayoral.


¿Dónde comienza como mayoral?
De mayoral, de mayoral empiezo en Los Bayones. Había empezado de vaquero en Castillejo de Huebra, con Sánchez Cobaleda, después estuve con José Ignacio Charro, en Carro de Yen,  donde me sirvió mucho la experiencia para montar a caballo, para manejarme con la garrocha... me inculco ser buen caballista ya que en esa casa se cuida hasta el mas mínimo detalle con los caballos. De allí me marche a Los Bayones, donde comencé a sentir realmente lo que es ser mayoral, las responsabilidades, los viajes, a Sevilla, Zaragoza, mucho a Francia... y de allí donde estoy ahora, en Sayalero donde llevo ya cuatro años con la máxima responsabilidad porque llevo prácticamente yo la ganadería.

¿Que necesita un joven para dedicarse a este oficio?
Pues  hombre, sobre todo afición. La afición es fundamental. Hay que ser muy buen aficionado porque esto es un trabajo que requiere total atención, mucha responsabilidad, riesgo también y sobre todo mucho sacrificio. Tienes que renunciar a muchas cosas por los animales, estar pendiente de ellos todas las horas del día, y de la noche... Yo creo que lo que hay que tener es afición, sentirlo, apasionarte por tu trabajo, ser responsable... Hacerlo con afición.

A usted como mayoral, ¿qué toro es el que le llena?
A mí me llena el toro que sea capaz de conjuntar la nobleza con la bravura. Eso es lo que a mí más me llena. Claro es muy difícil conseguirlo, pero cuando lo logras... y sobre todo me fijo mucho en las hechuras de los toros, que sean bajitos, con su cara para delante, sobre todo buscando la morfología en el encaste, en este caso Ybarra, sobre todo la humillación, nobleza y bravura. Que aquello trasmita algo, que no se quede en... algo sin sustancia.



Y como aficionado ¿qué torero le llena?
A mi José Tomas. Es el torero que a mí me ha emocionado en una plaza de toros de verdad. Yo voy a ver a cualquiera, porque a mí me gustan los toros y yo voy a ver a cualquiera, pero el que realmente me llena es José Tomas, porque para mí, es el único torero que dice la verdad en la plaza. Yo cuando voy a una corrida de toros, me gusta mucho fijarme en el momento de las ganaderías. Quizás, me fijo más en la ganadería que en el torero.

Entonces es usted mas torista que torerista
Puedes llamarlo así. Yo cuando me fijo en un cartel que voy a verlo, me gusta y me fijo más en la ganadería que en el torero.

¿Qué es lo más duro en su profesión?
Hombre, el sacrificio. Es una profesión muy sacrificada en la que tienes que renunciar a muchas cosas. Como te decía antes es muy sacrificado, a lo mejor el domingo que es la fiesta de tu pueblo, tienes que embarcar... y cosas así. Para mi dureza no tiene, porque me llevo muchas satisfacciones. Viendo embestir una vaca, viendo un becerro nacer... dureza, hombre el campo es duro y siempre lo ha sido, pero para mí esa dureza no lo es tanto, porque yo es algo que siento y lo llevo dentro. Yo siempre tengo en la cabeza tal becerro, el tentadero, tal semental... y pensando en eso no pienso en la dureza. Si no estaría que frio hace hoy, mañana hace mas... entonces no sería mayoral, porque no lo sentiría así.

¿Y el momento de mayor satisfacción?
Hombre pues la verdad que este año el indulto del novillo en Astorga ha sido muy satisfactorio porque es algo que yo he vivido directamente, lo he criado yo, lo he llevado yo, casi hasta lo he escogido yo... creo que es el momento más satisfactorio, el indulto de un animal. Con Los Bayones también llegue a salir a hombros de plazas, que también me han llenado, pero vamos en Los Bayones digamos que yo jugaba un segundo papel. Aquí en Sayalero que es un papel más directo me llena mas.




Ahora habéis creado la Unión Nacional de Mayorales de Toros de Lidia ¿ en qué consiste?
Bueno pues existe una asociación, en la cual lleva diez años sin haber elecciones, se está pagando una cuanto que realmente no sabemos en qué se emplea, cada vez nos sentimos más desprotegidos, y lo que pretendemos con esta Unión es llevarla directamente nosotros, los mayorales. ¿Para qué? Pues para defender nuestros derechos, directamente nosotros, no que sea otra persona la que nos defienda. Nosotros dar la cara en la directivas, en las reuniones, pues para defender nuestros derechos.

¿Que son?
En los viajes a las plazas de toros, cobrar tu manutención, cobrar tus dietas, los derechos del mayoral que sean respetados... y en la actividad diaria, que un mayoral no se sienta desprotegido e indefenso ante un ganadero que le pueda explotar, que no le page su sueldo... es como si dijéramos  un convenio legal como el de cualquier otra actividad profesional.

Algo parecido a la unión de los banderilleros y picadores...
Efectivamente, además vamos a tener reuniones conjuntas, para ver cómo funciona lo suyo, e intentar que lo nuestro funcione igual.

El mayoral de toda la vida, ¿en que se asemeja a ellos y en que se diferencia de ellos?
Asemejarte a esas personas yo lo veo muy difícil... Yo por ejemplo he mirado siempre, o me he mirado siempre, en Jesús que fue mayoral de "Valdefresno" toda la vida. Yo lo veía entrar en mi casa aquel hombre tan alto, con su sombrero, con su traje... yo creo que la vida ha cambiado a más moderno. Ellos Vivian las veinticuatro horas con el toro, nosotros la verdad es que cuando tenemos un rato nos vamos, a tener un poco de vida social, ha pasar un rato con la familia... y ellos era campo, campo, campo... eran un ejemplo. Yo conocí a un mayoral que conocía sus becerros sin herrarles, sin crotal ni nada, y sabia quien era la madre, el padre... nosotros ahora tenemos muchísimas mas cosas a nuestro servicio para identificar a un animal. Lo suyo era más puro que lo nuestro, yo creo.

Ha habido un bache en su profesión años atrás, ¿Habéis recuperado el sitio?
Hombre quizás si. Mucha culpa yo creo que la tuvo la construcción. Mucha gente se marcho del campo a la construcción, y ahora con la crisis han vuelto, puede ser que hayamos recuperado el sitio paro un poco obligados. Como no tienen otra cosa vuelven al campo. Yo tuve la ocasión de irme y no me fui. Yo creo que si esto no lo sientes desde pequeño, y has vivido el campo desde pequeño, esto no te puede entrar por los ojos así como así. La escuela de mayorales esta que existe, es bueno no, pero de ahí no salen mayorales. por que por mucho que les enseñes el oficio, como no tengan afición y lo sientan de verdad, no serán nunca mayorales.

¿Se vive bien de mayoral?
Pues hombre se vive, se vive que no es poco. Yo vivo bien porque estoy haciendo lo que me gusta, y eso para mí es una suerte. Yo estoy viviendo, y sobre todo en la casa que yo estoy, soy yo quien toma todas las decisiones, y cuando son tuyas y te manejas a tu aire, y tienes la confianza del ganadero, de Bernardo, que sabes que confían en ti, y que les has demostrado que pueden confiar en ti, el trabajo se hace mucho más llevadero. Yo sí que vivo bien.

Tiene más hermanos, y ¿ todos dedicados al toro?
Tengo un hermano, Juan, que es caballista, que está en la ganadería de" Garcigrande", David, que empezó conmigo y ahora se dedica a los recortes, mi hermano José, que es el mayor esta con Gimeno, menos mi hermana, todos estamos involucrados con el toro.

¿Que le diría usted a un anti taurino?
Yo les  que me acompañaran un día al campo. Que vieran como se cría un toro, que vieran los cuidados que le damos al toro, que vieran como esta ese animal en la dehesa, que vieran la alimentación que lleva un toro bravo, que me acompañaran un día y lo vieran en el campo. Yo sé que me dirían que todo eso muy bonito pero al final lo vamos a matar. Si es que es su finalidad, el toro se cría para la lidia. Si no, todo aquello bonito que ellos ven en la cría del toro de lidia, desaparecería, se extinguiría. Yo a un anti taurino lo llevaría al campo.

¿Cómo ve la situación actual de la fiesta?
Pues hombre, yo creo que la época de pesimismo va pasando un poco. La crisis para lo que ha servido es para hacer una criba, para valorar más al toro, date cuenta que estos años de atrás, el toro se ha estado regalando, había muchos ganaderos nuevos que lo único que querían era aparecer en los carteles y regalaban sus productos, ellos han sido la prostitución de la fiesta en el tema ganadero. Había una gran masificación de ganaderías y entonces abarataron el producto, y todo valía, sin dignidad ni presencia.  Ahora todos esos no han aguantado el tirón de la crisis, gracias a Dios, y a partir de ahora es cuando el ganadero se va a poner en valor. El ganadero ganadero de verdad, Los Frailes, Los Pérez-Tabernero, los Sánchez-Cobaleda, Los Bayones... todos estos ganaderos de toda la vida, han perdido la fuerza por culpa de los que no eran ganaderos y querían presumir de ello. Yo lo pienso así, vamos.

¿Que le pide a 2015?
Pues hombre, yo salud. Salud sobre todo, para mí, para mi familia, para mis amigos, sobre todo salud. 2015 es una temporada muy ilusionante, y pido que se den las cosas bien, que las cosas funcionen, pero sobre todo salud. Yo creo que teniendo salud, lo demás viene solo.




Un mayoral joven, pero sobradamente preparado. Un mayoral con total dedicación a su profesión. Un mayoral aficionado y respetuoso con el toro. Un mayoral que ama el campo y la fiesta de los toros. Yo no sabría decir si el mayoral nace o se hace, pero lo que sí puedo asegurar es que este hombre, Ángel Sánchez, nació siendo mayoral en un noventa por ciento, el otro diez lo ha adquirido con los años y la experiencia. Los mayorales, los verdaderos guardianes del campo bravo, muchas veces "ninguneados", y pocas veces valorados. Para mí son los grandes hombres del campo y "los ángeles de la guarda" del toro bravo. Gran labor la que realizan a diario. Me quito el sombrero ante ustedes.
 





 
 

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