Ficha del festejo:
Plaza de Toros de Las Ventas. Tercera de la Feria de Otoño. Casi lleno
en los tendidos en tarde agradable. Toros de El Puerto de San Lorenzo y La Ventana del Puerto (1º y
6º) de buenas hechuras y juego dispar para
Miguel Abellán en solitario: ovación tras aviso, silencio,
ovación tras aviso, silencio, silencio y ovación de despedida
No fue la tarde soñada. Faltó suerte en los momentos claves
para que la función rompiera hacia adelante. La apuesta de Miguel Abellán
con Madrid era a carta cabal, el cartel en que se basaba la Feria de Otoño. Más aún
cuando no pudo completar su segunda actuación en San Isidro tras poner en pie la Monumental unos días
antes con el vestido lleno de sangre. Toca quitarse el sombrero ante el torero
por el valor de creer en sí mismo y encerrarse con seis a pesar de las
dificultades. Sumar a todo eso la molesta operación en el dedo, clave en un día
como hoy. No vino al cien por cien y se notó con el paso de los minutos.
Para todos aquellos que pretender hundir a la Salamanca ganadera decir
que se mantiene viva. Que el encaste Atanasio-Lisardo sigue con paso firme en
las grandes citas y lo ha vuelto a demostrar en el templo del toreo. Tercera
corrida en esta arena de la ganadería de Lorenzo Fraile en 2014 y de nuevo sale
con nota alta del compromiso. Tres toros con posibilidades reales de triunfo es
mucho decir; perfecta de hechuras y variada en comportamiento.
'Sospechoso' hizo primero empleándose poco en los primeros
tercios. Por suerte fue a más en la muleta de Abellán que, tras un buen inicio
doblándose con gusto, encontró un filón en el derecho. Rompió el tendido tras
la primera serie limpia con un gran pase de pecho, había ganas. Molestó en los
primeros compases con la zurda pero el aplomo del matador llevó a coser el
hocico en las telas robando naturales de altura. El problema fue que jamás
llegó a coger el vuelo de cante grande. Noble y repetidor el de La Ventana y MA fresco. Tardó
en caer tras la estocada en un trasteo largo y se disipó la posibilidad de
oreja a pesar de la leve petición. Por cierto, qué feo es ver a las cuadrillas
pedir las orejas en lugares sacros para la tauromaquia.
'Burganero' fue el toro de la tarde. Engatillado y de
enormes formas. Saltó a la arena huyendo de los capotes y tuvo engañoso
comportamiento de manso en los inicios. Sensacional el madrileño fijando por
abajo con la capa de salida. Dos puyazos en el que guardaba la puerta y quite
por Chicuelo emocionante pasándose los pitones por los muslos. Brindó al
respetable y ejecutó unos ayudados por alto. De cartel el de pecho como remate.
Transmitió como gusta en esta plaza por el derecho y el cambio de mano fue
soberbio. Clase a raudales del toro y Abellán con la muleta puesta disfrutando
del ciclo que no dejaba de hacer surcos en la arena. Le tragó lo suyo Miguel
cuando lo citó de lejos y se arrancó como una locomotora. De los mejores del
año. La tomó por el izquierdo de una manera similar y se disipó la faena en
este último tramo. Vistoso el final con la pierna flexionada. Una pena la
espada porque tenía una oreja en la mano. De un toro de dos, eso sí. Momento
clave en su encerrona, a partir de aquí no funcionó nada. De haber conseguido
un trofeo aquí o en el primero estaríamos hablando de otra cosa, pero no fue
así por desgracia.
El cuarto fue el garbanzo negro del encierro. Pesó la tarde
debido a su estado físico porque de haber salido el quinto en primer o segundo
lugar... Complicado 'Bailador' pero de los que gustan por estas tierras. Si le
coge fresco y se hace con él, es de lío. Tampoco se cuidó hasta llegar a la
muleta. Descompuesto en sus embestidas, necesitado de mando e ideas claras. El
esfuerzo era tremendo, se notaba en sus gestos. Lo mató de una buena estocada.
Segundo y sexto tampoco fueron de la partida. De blanco y
plata realizó la heróica, y en su casa, pero no rodaron las cosas en los
instantes claves. Vaya por delante la felicitación a un torero de los pies a la
cabeza que ha vuelto al escalafón para quedarse y para tenerlo en cuenta. Las
Ventas le espera con los brazos abiertos a pesar de no haber podido sacarlo en
volandas como le hubiera gustado. Se ha visto la versión de un matador de toros
en plena madurez pero con el corazón de un joven con ganas de comerse el mundo.
Por días como estos la tauromaquia tiene un valor tan importante y sólo los
grandes de verdad pueden realizar gestas de este tipo aunque haya abandonado la
plaza a pie. Mis respetos para Miguel Abellán y la más sincera enhorabuena al
ganadero.
Victor Soria.
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