viernes, 17 de enero de 2014

El camino equivocado


Víctor Soria / Burladero.com

Circulan por las redes sociales varias fotografías de los toros lidiados por Morante de la Puebla y El Juli en el triunfal mano a mano de Manizales que no dejan en buen lugar el nombre de la tauromaquia. Imágenes que tampoco favorecen a estas dos figuras del toreo de nuestros días, los espejos en los que se miran todos los jóvenes aspirantes a ser algún día matador de toros. Los mismos que se retiran de una plaza como La Maestranza, con parte de razón, para dignificar la identidad de un lugar sagrado para el toreo. El problema es que no debe quedar ahí, como si de una rabieta se tratase, deben dar ejemplo cada tarde ennobleciendo la tauromaquia en cada una de sus vertientes. De hecho, quizá estemos ante dos de los matadores de toros más capaces del escalafón con tanto arte como valor en sus venas. No hay disculpa posible.
La presentación de los toros de Ernesto Gutiérrez, hay que decirlo con todas las letras, es indigna para cualquier plaza de toros del planeta. Sin excepciones. Menos aún para dos colosos que deben ser los encargados de sacar esto adelante. Lo único que pueden conseguir es echarse al público encima, aquel que todavía paga religiosamente por sentarse en la dura piedra para ver un espectáculo único en el mundo. Sólo único si somos capaces de darle la relevancia necesaria porque si empezamos por restarle protagonismo desde dentro, mala vela nos alumbra. Y lo primero que deben tratar las cabezas visibles de este sector es el cuidar al aficionado que pasa por taquilla, parte indispensable para que esto continúe con vida.
El ejemplo, una vez más, debe ser José Tomás y su manera de encauzar una temporada: fechas escogidas pero cuidando los detalles hasta límites insospechados. Nadie ha podido reprochar al de Galapagar la presentación de las corridas en sus últimas comparecencias. Él es su mayor crítico y junto a su fiel escudero Joaquín Ramos busca en el campo ese toro un punto por demás de la feria en la que se anuncia. El resultado no se conoce (el toro descompone) pero evita las críticas, no dejar nada en el aire. El sevillano y el madrileño tienen la fuerza suficiente dentro y fuera de las plazas para hacer de sus paseíllos acontecimientos únicos. No lo desaprovechen.
Se dice por los mentideros taurinos que, tras el rechazo a participar en la Feria de Abril, El Juli prepara su desembarco en San Isidro por todo lo alto. Sin duda, la mejor manera de meter un gol a la empresa Pagés y los maestrantes. En el otro lado del ring, la capacidad de confeccionar una feria para demostrar que el toreo no depende de cinco figuras. Las cartas están sobre la mesa, ¿quién ganará la partida? Con toros como los de Manizales, todos pierden.

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