lunes, 24 de junio de 2013

LOS PALCOS HACEN AGUAS, NO TODOS


PETARDOS DE ALGUNOS PRESIDENTES QUE NO TIENEN SANCION.


Últimamente los presidentes de las plazas de toros están adquiriendo una notoriedad que no les pertenece. Ya llevamos una serie de festejos, “alterados” por los personajes que suben a los palcos a presidir un espectáculo taurino. La famosa oreja denegada en Madrid a Alberto Aguilar, que seria la segunda que cortaba esa tarde , lo que le supondría la salida por la soñada puerta grande de Las Ventas, no tiene otro culpable que el señor presidente, no por no dar esa, si no por haber dado la del toro anterior. En ese momento debió de pensar, “si le doy esta que la merece mas que la otra, sale por la puerta grande y este no puede”, o algo así por que si no, no se entiende.
El escandalazo de la corrida de toros de Valdefresno en Madrid. Otra cacicada del presidente, ya que si en teoría es el defensor del espectador y de un espectáculo integro, ¿Por qué no permitió la lidia de la corrida completa de Valdefresno? Otra cacicada que el aficionado de a pie no entiende muy bien ya que toros había mas que suficientes.
Paseillo en Salamanca con el palco al fondo.
Lo de Alicante con Miguel Ángel Perera es la gota que faltaba. La faena no fue una faena mas en la ciudad de Alicante, que todos sabemos que el publico va a pasárselo bien y a disfrutar de la tarde. También todos sabemos de la condición del toro de esta feria, plaza de segunda. Pues bien sabiendo todas estas cosas, el señor presidente debió de pensar que la oreja a cortar era la suya, por que si no, no se entiende. La faena fue sólida en concepto dimensión y técnica, la gente disfruto de lo lindo y pidió las orejas, y digo las orejas, (las dos), con fuerza, pero el señor presidente hizo oídos sordos y dejo el premio en una… ¿A quien benefician con esto? ¿No se dan cuenta que el rasero que usan no es siempre el mismo?
Con estos casos, no quiero decir ni mucho menos, y entiéndase bien, que en todos los palcos pase lo mismo. Lo único que me gustaría es que el señor que subiera a presidir un espectáculo taurino, lo primero y fundamental, es que sea aficionado taurino, por que es la única excusa que se me ocurre para disculpar a los presidentes antes mencionados, que no sean aficionados, y sea uno de los muchos servicios que hacen al cabo de su carrera de policías.

1 comentario:

  1. Ignacio:
    ¿Tan trascendental es lo de las orejas? ¿No hay cosas más importantes que arreglar que lo de las orejas? Casi sería mejor preocuparse porque los toros tengan fuerza, casta y bravura para poderlas llevar y para defenderlas. Con tanto regalo de orejas que se ve, incluida la plaza de Madrid, en días como los de Juan Bautista, Juan del Álamo, Manzanares, Castella o Talavante, ¿también se indignarán tanto?
    Un saludo

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