La corrida concurso de ganaderías celebrada ayer en la plaza de toros de Arévalo (Ávila), quedo sin premio para ningún toro a criterio del jurado, en la que destacó un buen Toros de Orive y la actuación de Manuel Diosleguarde.
Plaza de toros de Arévalo. Medio aforo cubierto en tarde calurosa. Toros de distintas ganaderías. 1º Paco Galache; bien presentado, noble y con poco poder. 2º Montalvo; cuajado de condición noble y poca gana de entregarse. 3º Bayones; con volumen, entrega y motor. 4º El Canario; con cuajo y nobleza. 5º Toros de Orive; el más terciado del festejo. Bravo, con trasmisión y nobleza. 6º Hnos. Boyano de Paz, bien presentado. Desentendido y reservón.
Álvaro de La Calle de tabaco y oro; estocada que asoma y descabello: ovación con saludos. Dos pinchazos, media: ovación con saludos.
Manuel Diosleguarde de verde esperanza y oro. Estocada: oreja. Estocada: dos orejas.
Ismael Martin de azul añil y oro; estocada trasera y tendida; oreja. Estocada contraria: oreja.
Manuel Diosleguarde e Ismael Martin abandonaron el coso de Arévalo a hombros de los aficionados. Pedro Iturralde fue reconocido como el mejor picador de la tarde por su actuación en el primer toro. Juan José Domínguez fue premiado como mejor lidiador por su labor en el quinto de la tarde.
Álvaro de La Calle lidio en primer lugar un toro de Paco Galache, de estampa característica de la casa, bien presentado y justo de fuerza. Realizo un trasteo técnico y a favor del toro. Con su segundo, un toro de El Canario, puso voluntad y recursos. Falló con los aceros.
Manuel Diosleguarde se las vio en primer lugar con un toro de Montalvo de encaste Martínez, bien presentado pero falto de casta. Diosleguarde baso su trasteo en la cercanía y las ganas de agradar. Se tiró a matar como un cañón logrando una gran estocada. Con su segundo toro, el más terciado de la tarde y el de mejor condición, Diosleguarde se desquito toreando a placer con la izquierda, llegando en esos momentos lo de más categoría de la tarde. Volvió a matar de forma contundente lo que le valió cortar el doble trofeo.
Ismael Martin hacia su segundo paseíllo como matador de toros, y la verdad, ni se le noto. Todo entrega, raza, pundonor y ganas de agradar. Esas son sus armas y las usa desde que hace el paseíllo. Con el exigente Bayones, realizó un trasteo lleno de entrega y vibración, terminando montándose en los pitones del toro. Su segundo no le dio opción al lucimiento, un toro rajado y sin humillar, al que Ismael le puso todo.
Entretenida tarde en Arévalo en la que destaca la actuación de Diosleguarde y su buen hacer con la tizona.
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