La Cámara de Comercio de Salamanca ha concedido la Medalla al Mérito a los tres matadores de toros más grandes que ha dado Salamanca.
En una sesión de Pleno Ordinario, se aprobó por unanimidad la propuesta de concesión de La Medalla al Mérito a los tres toreros con mejor trayectoria taurina que ha dado Salamanca; Santiago Martin “El Viti”, Pedro Gutiérrez Moya “El Niño de La Capea” y Julio Robles.
Santiago Martin “El Viti” fue la figura de las ferias en los años 60 y 70 siendo a día de hoy, el que mantiene el record de puertas grandes en Las Ventas de Madrid, con un total de catorce. Un torero de culto para el aficionado y un espejo para los profesionales, considerado como uno de los grandes toreros en la historia de la tauromaquia.
“El Niño de La Capea” tomó la alternativa el 19 de junio de 1972 en la plaza de toros de Bilbao, siendo su padrino de alternativa Paco Camino y actuando como testigo Francisco Rivera Paquirri, lidiando el toro “Mireto” de la ganadería salmantina de D. Lisardo Sánchez. Aquella tarde de su alternativa, Pedro Gutiérrez Moya se aupó como uno de los toreros que habían de dominar el escalafón durante varios años, al cortar las dos orejas del toro del doctorado, tras una faena memorable. Durante la década de los setenta se mantuvo líder del escalafón varias temporadas, (1973, 1975, 1976, 1978, 1979, 1981) toreando y triunfando en todas las ferias. Un torero de entrega, sacrificio y una raza desmesurada.
Julio Robles tomó la alternativa el 9 de julio de 1972, en la plaza de toros Monumental de Barcelona, siendo el padrino de la ceremonia Diego Puerta y actuando como testigo Paco Camino. El toro de su doctorado se llamaba “Clarinero” y pertenecía a la ganadería salmantina de D. Juan Mª Pérez Tabernero. Los años de más lustre y reconocimiento, le llegaron en la década de los ochenta, siendo un torero admirado e idolatrado por su gusto, finura y empaque. Su carrera se truncó el 13 de agosto de 1990, en la plaza de toros de Béziers, al ser volteado por el toro “Timador” de la ganadería de Cayetano Muñoz, produciéndole una lesión medular que lo postraría a una silla de ruedas.
“Durante sus vidas, han contribuido de manera significativa a elevar el prestigio de Salamanca a nivel internacional, desempeñando el papel de embajadores destacados de nuestra tierra y dejando una huella imborrable en el mundo de la tauromaquia. Su influencia ha sido fundamental para el crecimiento y la mejora continua de este sector económico en nuestra provincia”.
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