viernes, 15 de septiembre de 2023

ISMAEL MARTIN ARROLLADOR CON UNA BUENA NOVILLADA DE LORENZO ESPIOJA

 

Que importante es el buen uso de los aceros, cambian mucho las cosas de estar acertado, a marrar con los aceros. Que se lo pregunten a Valentín Hoyos o a Mario Navas.

Plaza de toros de La Glorieta. 3ª de abono. Tarde con el cielo entoldado y amenazante de lluvia. Menos de medio aforo cubierto. Novillos de la ganadería Salmantina de Lorenzo Rodríguez de Espioja, bien presentados. 1º noble. 2º alegre y con movilidad, noble. 3º Mansurrón con gran fondo y nobleza. 4º Bravo y de gran condición. 5º Mansurrón con trasmisión, gran fondo y nobleza. Premiado con la vuelta al ruedo. 6º Noble, pero sin entregarse.

Valentín Hoyos (presentación en La Glorieta) de “Chenel” y oro; Pinchazo bajo, metisaca, media y cuatro descabellos: Saludos desde el tercio tras aviso. Estocada casi entera: oreja.

Ismael Martin (presentación en La Glorieta) de azul y oro; pinchazo y media en lo alto: oreja. Estocada: dos orejas.

Mario Navas de verde Esperanza y oro; cuatro pinchazos y descabello: saludos desde el tercio. Media y tres descabellos: silencio tras aviso.




Valentín Hoyos en su primero, trato de alegrar la noble embestida de su novillo. De mitad de faena en adelante, sobre todo con la mano izquierda, saco el gran fondo que tenía el novillo. La espada emborrono el trasteo. Con su segundo estructuro un trasteo firme y con contenido. Faena con muletazos largos y rematados detrás de la cadera. Faena conjuntada y pasándoselo cerca. Oreja de peso.




Ismael Martin fue durante toda la tarde, pasión y entrega, un auténtico torbellino con una conexión espectacular con los tendidos. En su primero realizó un trasteo templado y de mano muy baja, después de haber banderilleado con más voluntad que acierto. Con su segundo salió a rebientacalderas, entrega, disposición, pasión y valor, hicieron que el trasteo, tuviera emoción y conexión con el público. Espadazo y otras dos orejas que le garantizaban la puerta grande.




Mario Navas toreo a su primero a cámara lenta. Con gusto exquisito y cadencia en los muletazos. Administro al novillo a base de temple, compás y gusto. Los aceros le jugaron una mala pasada. Con su segundo se entendió menos, bien es verdad que fue el de menos condición del festejo. La espada tampoco viajo certera.

La grada infantil, un lujo.

Se podía estar hablando perfectamente de una triple puerta grande, pero el fallo con los aceros, dejo a Ismael Martin disfrutar en solitario del premio gordo. Excelente novillada de Lorenzo Rodríguez, que tuvo un felicísimo debut en La Glorieta.

 


 


 


 


 


 

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