domingo, 27 de agosto de 2023

ESCRIBANO Y DIOSLEGUARDE A HOMBROS EN LA FLORIDA

 

Todos los años lo digo por estas fechas, y este año no podía ser distinto. La plaza de toros de Peñaranda de Bracamonte, es una de las plazas de toros mejor cuidada y con más encanto de la provincia de Salamanca. Gran labor hizo el amigo Jerónimo Madrid “Jero”, como esmerado cuidador de la plaza de toros La Florida.

Plaza de toros de Peñaranda de Bracamonte (Salamanca). Tarde soleada y de agradable temperatura, con medio aforo cubierto. Toros de la ganadería salmantina de Montalvo; desiguales de juego y presentación.

Manuel Escribano de azul y oro; Estocada caída: silencio. Estocada: dos orejas.

Leo Valadez de sangre de toro y oro; cuatro pinchazos y dos descabellos: silencio. Pinchazo, media y descabello: oreja.

Manuel “Diosleguarde” de verde botella y oro; Estocada y tres descabellos: oreja. Pinchazo y estocada caída: oreja.

Escribano y “Diosleguarde” salieron a hombros de La Florida.



Manuel Escribano se encontró en primer lugar, con un "colorao" que no quería embestir. Medias arrancadas y topando con las manos por delante. En el cuarto de la tarde, un toro que manseo descaradamente en los primeros tercios, saliendo como alma que lleva el diablo del caballo, a oleadas en banderillas, pero que luego en la muleta, se entregó con embestidas largas, sobre todo por el pitón izquierdo. Sorprendentemente, (no se el criterio del palco presidencial) fue premiado con la vuelta al ruedo, reconocimiento para los toros bravos, y este, no lo fue.



Leo Valadez estuvo mejor con su primero, en una faena de sometimiento y entrega, pero fallo con los aceros. Con su segundo realizó un trasteo de menos a más, conectando con los tendidos, sin llegar a entenderse con encastado toro de Montalvo.



Manuel “Diosleguarde” está viviendo un buen momento en la profesión. Encuentra embestidas donde otros dudan. En su primero, (bravo y noble), realizó una faena de autoridad y mando, con muletazos de largo trazo y sometimiento por el pitón derecho. La tardanza en la muerte del animal dejo el premio en una oreja. Con su segundo comenzó con la misma disposición, mando y entrega ante la poderosa embestida del Montalvo, que termino bajando la persiana antes de lo deseado.


 

Una corrida de toros de Montalvo, que me dejo con la miel en los labios, por unas y otras cosas. Molesto mucho el viento en los momentos cruciales de las faenas, lo que hacía casi imposible precisar los toques y las alturas. “Diosleguarde” está en un momento “dulce” lo que sin duda le dará mucha moral de cara a su compromiso en la feria de Salamanca. Lo de la vuelta al ruedo al cuarto de la tarde, es para hacérselo mirar, o mirar a quien se pone en los palcos presidenciales; un toro manso, convertido en bravucón con entrega, nunca puede tener los honores de un toro bravo.


 


 


 


 

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