Al principio ya lo pensaba, pero ahora a toro pasado, me reafirmo en que traer las clases prácticas de Salamaq a la plaza de toros de La Glorieta ha sido todo un acierto. Por el escenario, la importancia que se le da a los chicos, el público asistente… Primer sobresaliente a la Escuela de Tauromaquia.
Tercera y última clase práctica de Salamaq. Plaza de toros de La Glorieta, tarde calurosa con más de dos mil quinientas personas en los tendidos. Novillos de distintas ganaderías del campo charro, bien presentados. 1º de Hermanos Sánchez Gil; bueno y noble. 2º de La Glorieta; con movilidad y teclas que tocar. 3º Domingo López Chaves; bravo, pronto, con recorrido y nobleza. 4º Valrrubio; noble, con buen fondo.
Esteban Tabernero; oreja.
Manuel Tabernero; oreja.
“El Mene”; dos orejas y rabo.
Diego Mateos; dos orejas.
Al finalizar el paseíllo se guardó un respetuoso minuto de silencio en memoria de Juan José García, director de la Escuela durante treinta años, Eloy García diputado de La Escuela y José Prieto alcalde de Ledesma y propulsor del bolsín de su localidad.
Después de ver a estos doce alumnos de La Escuela Taurina de Salamanca, yo personalmente, saco varias conclusiones. La primera es que las escuelas no hacen clones, enseñan la técnica y luego cada uno interpreta como quiere, o como puede. La segunda es que, Salamanq donde debe celebrar sus clases prácticas es en La Glorieta. La tercera, es que hay cantera, hay mimbres para hacer varios cestos, trabajando y esforzándose pueden salir cosas grandes. Y, por último, a modo personal, que puede ser que esté equivocado, pero para mí, después de valorar a todos y cada uno de los actuantes con buena nota, los puestos de honor de estas clases prácticas son, por orden de actuación: Salvador Herrero, Jesús Iglesias, “El Mene” y Diego Mateos. Voy a seguirles la pista de cerca. Enhorabuena a todos.
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