Este niño es de la Escuela Taurina de Salamanca, se ha ganado
este “repor” por méritos propios. No es ni mejor ni peor que otros muchos que están
en la misma escuela, pero para mí, si tiene mucho más mérito.
Se llama Miguel Rayo Guerrero, tiene doce años y lleva en la
escuela desde 2018, y aquí viene lo mejor; vive en Fuengirola (Málaga). ¿Tiene
o no tiene mérito?
Me parece de admirar la labor de sus padres, Miguel e
Isabel, hacer tal esfuerzo para que el niño pueda venir a la escuela taurina
que el soñó. Vio en las redes sociales alumnos de Salamanca de edad parecida a
la suya, vio con el cariño y dedicación que el equipo docente los trata y soñó
con estar entre ellos. Sus padres no sin gran esfuerzo, (700 km de distancia),
hablaron con José Ignacio Sánchez y consiguieron matricularlo en el curso del
2018.
Mínimo son dos veces al mes durante el curso cuando Miguel
Rayo arrastra a su padre a Salamanca para entrenar con sus compañeros. Torear
de salón con las correcciones de los profesores, tentaderos en el campo,
disfrutar de la convivencia con sus compañeros, aprender de ellos, es el premio
a las buenas notas en el colegio.
En casa de Hermanos Asensio pudimos disfrutar de su evolución
ante una becerra y un becerro, que le sirvieron para derramar un pedacito de su
Fuengirola natal, unas gotitas de cadencia, un torrente de inocencia y un pedacito
del sur. Mucho mérito tienes “Miguelito”, tú y toda tu familia. Prometo
seguirte la pista de cerca. Sigue soñando y estudiando.
Que todos tus deseos se hagan realidad Miguelito.suerte Un beso y un abrazo para toda la familia
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