TOREO DE CANTE GRANDE EN MONTALVO

EMILIO DE JUSTO INTERPRETÓ UN REPERTORIO LLENO DE MAGIA

Me hacía mucha ilusión volver a Linejo a un tentadero después de todo este descalabro provocado por el "bicho". Volví a saltarme las medidas sanitarias y abrace a mi amigo Juan Ignacio, pedazo de persona; un señor con todas las letras, a mi amigo Paco, mayoral de la ganadería, y a sus compañeros de fatigas, grandes profesionales. Me sentí que volvía a casa.

 

El torero extremeño Emilio de Justo, enamorado del cante de Camarón y del toreo del maestro Manzanares, conjugo a la perfección los palos del toreo. Cadencia, compás, clase, duende, estética, mando, temple... magia.

 

Bulerías, seguiriyas, solea, tientos, tangos, alegrías... un toreo que hace sentir mas allá de lo que ves, transportándote a una obra efímera pero a la vez eterna, quedándose grabada en el alma y en el recuerdo. Una obra de arte construida con el alma que no desquebraja el tiempo. La improvisación, el gusto, el arrebato y la imperfección, consiguieron hacer una tarde perfecta. ¡Que cante Camarón! que va a torear Emilio de Justo.