Marco Pérez se ha hecho merecedor de ser el Hijo Adoptivo de San Miguel de Valero, por como todo el público de su plaza de toros, se le ha entregado desde el minuto uno.
Plaza de toros de San Miguel de Valero. Lleno en los tendidos y en “la jaula” inferior. Tarde soleada y de agradable temperatura. Novillos de Loreto Charro; bien presentados, cómodos de defensas y cuajados. 1º reservón. 2º Noble y con muy buen tranco. 3º Noble; premiado con la vuelta al ruedo.
Marco Pérez de verde manzana y oro (único espada) estocada; dos orejas. Estocada; dos orejas y rabo. Estocada; dos orejas y rabo. De sobresaliente actuó el también mirobrigense Juan Antonio Pérez Pinto.
Marco Pérez navego toda la tarde a favor de obra. Con un público entregado, y una novillada de buena condición, Marco sacó a relucir todo su repertorio y buenas formas.
Con el primero, un novillo sin entrega y reservón, tiro de raza y entrega para realizar un buen trasteo basado en la diestra. Mató de estocada y las dos primeras orejas de la tarde al esportón. Con su segundo, el de más clase del festejo, disfrutó de principio a fin. Faena con mucho temple y pulso, para enlazar los muletazos más lentos, templados y armónicos de la novillada. Con la espada, un cañón. Dos orejas y rabo a sus manos.
El tercer novillo fue premiado con la vuelta al ruedo, he de imaginar, que debió al conjunto de la novillada, porque desde luego el ultimo, fue el más soso y el de menos trasmisión del festejo. Marco puso todo de su parte, para redondear una tarde que estaba de cara. Otro buen espadazo y otro rabo al esportón.
Presentación de Marco Pérez en San Miguel de Valero en plan figura, como se sueña, cortando los máximos trofeos y teniendo a la parroquia de su mano. Gran tarde la del novillero mirobrigense que cae de pies en La Sierra de Francia.
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