He llegado a casa con el firme propósito de no hacerme mala sangre, ni tan siquiera molestarme con este tema. Me he puesto un café, me he sentado frente al teclado de mi ordenador y me he encendido un cigarrillo para intentar serenar los nervios y ser lo más educado posible con usted señor Urtasun.
Tengo que decirle lo primero, que es usted un hombre de palabra y que no engaña a sus votantes, ya que desde que llego al cargo que a día de hoy ostenta, hablo de suprimir el Premio Nacional de Tauromaquia con la careta de la defensa de los animales y del bienestar animal. Pues hoy ha sido el día en el que usted ha tenido a bien anunciar dicha estrategia política.
“Yo creo que hay una mayoría de españoles, estoy firmemente convencido, que se preocupan cada vez más por el bienestar animal y que no comparte el maltrato animal. Yo esto lo he dicho desde el inicio de llegar yo como ministro. No es solo una convicción personal mía, que también lo es, si no que creo que es un sentir mayoritario de una parte de españoles que cada vez entiende menos que se practique la tortura animal en nuestro país. Y, en cualquier caso, lo que creo que entienden aún menos, es que esas formas de tortura animal sean premiadas con medallas que encimas van asociadas a premios dinerarios y que, por lo tanto, se le dedique dinero público. Y, por lo tanto, en el marco de esa reflexión de lo que tienen que ser unos premios Nacionales de La Cultura, que respondan a los anhelos y a las aspiraciones de una mayoría de españoles, pues es en ese marco en el cual, desde El Ministerio de Cultura hemos tomado esta decisión.”
Estas han sido las palabras literales que han salido de su boca Señor Urtasun, para justificarse por la eliminación por parte del Ministerio de Cultura, o de su persona, como Ministro de Cultura, del Premio Nacional de Tauromaquia que venían otorgando. Ahora voy a empezar a dejar de ser cumplido y educado con usted, ya que según dice, la decisión que ha tomado ha sido por el sentir de “una mayoría de españoles”, entre los que le aseguro yo no me encuentro, y nadie de mi entorno. Don Ernesto, si me permite llamarle por su nombre, es usted el Ministro de Cultura de España, con lo cual, en su cargo lleva la responsabilidad de defender, enseñar y divulgar toda la cultura de nuestro país, si, si lo ha leído bien, toda la cultura entre la que se encuentra la tauromaquia, y yo creo que es la que más ingresa a las arcas del Estado.
Don Ernesto, bueno Ernesto a secas, que yo creo que ya tenemos confianza. Has utilizado este mensaje contra los intereses de La Tauromaquia como un acicate o rédito político para ti, y me da la sensación de que te ha salido el tiro por la culata. Desde que has anunciado tu revelador discurso animalísta, una gran cantidad de políticos, de todos los colores, han salido a anunciar Premios a La Tauromaquia en sus Comunidades Autónomas, si no me salen mal las cuentas, son ocho los premios anunciados desde hoy a la Tauromaquia.
Ernesto, me da la sensación de que te has quedado con el culo al aire, y no sabes como tapártelo. Has hecho uno de los mayores ridículos que puede hacer un Ministro de Cultura, no defender la cultura del país del que eres ministro. Yo creo, que a estas horas, no te tocan las palmas ni tus vecinos, has tirado la piedra haciéndote el “gallito” de la clase, y el resto de compañeros, en vez de reírte la gracia, te señalan con el dedo.
La Tauromaquia es la mayor de las culturas de este país. Es una fuente de ingresos a las arcas del Estado brutales. Es el segundo espectáculo de masas que más espectadores congrega. Cuida el medio ambiente, la biodiversidad, da empleo a miles de personas, directa e indirectamente, tiene unos valores éticos y humanos muy por encima de la sociedad en la que vivimos. Pero a ti, Ernesto, lo único que te interesa es tu promoción política, y por lo que se demuestra desde poco después de tu discurso, te han dejado con el culo al aire. ¿Y quieres que te diga por qué? Porque eres un ignorante sin ninguna gana de aprender, pensado que lo sabes todo, y esa es la peor de las ignorancias.
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