lunes, 24 de abril de 2023

¡GRACIAS A LA VIDA!


 Dicen que “se vive solo una vez”, yo no estoy de acuerdo, se muere solo una vez. Se vive cada día, cada momento, cada situación, cada experiencia… y todo eso en conjunto, marca nuestra vida. Ayer Manuel Diosleguarde volvió a la vida, a su vida como matador de toros, lo hizo enfundado en el mismo terno que empapo con su sangre y volvió como se fue el pasado verano en Cuellar, cortándole las dos orejas a su primer toro, al toro de su vuelta a los ruedos.

Plaza de toros de Guijuelo. Lleno total en los tendidos. Corrida de toros de la familia Capea; 1º, 5º y 6º de Carmen Lorenzo. 2º, 3º, y 4º de “El Capea”. Bien presentados, con cuajo y bonitas hechuras, cómodos de defensas. 1º ponto y con disparo. 2º bravo, noble y repetidor (premiado con la vuelta al ruedo). 3º noble. 4º justo de fuerza, noble. 5º bravo y con movilidad. 6º a menos.

José Antonio Morante de La Puebla de “Chenel” y oro; estocada, oreja con alguna protesta. Pinchazo y estocada; dos orejas.

Emilio de Justo de tabaco y oro: Estocada casi entera y cinco descabellos; oreja. Pinchazo y estocada; oreja.

Manuel Diosleguarde de grana y oro: Estocada caidilla; dos orejas. Estocada atravesada; oreja.

La terna abandono el coso chacinero en volandas, rodeados de un nutrido grupo de alumnos de La Escuela de Tauromaquia Diputación de Salamanca.


Morante de La Puebla corto el primer trofeo de la tarde sin apenas darse cuenta, tras una faena, molestada en ocasiones por el viento, en la que no hubo conjunción. En su segundo llego el Morante que encandila y enloquece, inspirado y entregado realizo una faena de someter al principio para acariciar después. Otra faena más, que solo puede firmar el genio de La Puebla.



Emilio de Justo llegaba de Sevilla después de haber firmado una gran actuación ante la de Victorino. Su faena al segundo de la tarde, (primero de su lote) fue una autentica obra de arte. Encajado, parsimonioso, arrebatado y sentido, firmo un trasteo de gran calado en el aficionado, que, de no atascarse con el descabello, hubiera cortado el rabo del gran toro de “El Capea”. Con su segundo realizo un trasteo desigual, con series de gran trazado y parsimonia, con otras de poco calado. Sin duda lo mejor de la tarde lo firmo de Justo en su primero.






Diosleguarde llegó a Guijuelo sin presión aparente, con tranquilidad y sin dudas. Los fantasmas ya se han quedado atrás y el torero camina con gran firmeza. Ocho meses después, volvió a enfundarse el grana y oro de aquella tarde en Cuellar, para esta vez, dar por cerrada la puerta de la desgracia. Su primer toro se lo brindo a Marta, su ángel de la guarda aquella tarde en Cuellar. Faena de compromiso, asentado, seguro y templado ante un gran toro de “El Capea”. El final de faena, dejándose llegar los pitones a la taleguilla, puso la plaza en pie. Se perfilo en corto, y cobro una estocada casi entera que hizo rodar todas las dudas, todos los sinsabores, todos los fantasmas… ¡Dos orejas! Su segundo fue otra cosa, menos entrega y fondo. Lo intento por ambos pitones sin llegar a redondear faena.

Diosleguarde ha vuelto a los ruedos triunfante y triunfando. Atrás quedo el sufrimiento, la angustia, el dolor, la incertidumbre, el desasosiego… ¡Disfruta de tu vida Manuel!


 


 


 



 


 

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