EL NIÑO DE LA CAPEA ME HACE SENTIR...

 

El próximo 19 de junio en la localidad salmantina de Guijuelo, se va a celebrar una corrida de toros extraordinaria con los diestros, “El Niño de La Capea” Miguel Ángel Perera y “El Capea”, con toros de la ganadería salmantina de Carmen Lorenzo. Será algo histórico y digno de presenciar.

Pedro Gutiérrez “El Niño de La Capea” tiene el gusto, el capricho, el ego, la raza, la afición, el reto… como quieran decirlo, o todas estas circunstancias juntas, quien sabe, de matar una corrida de toros para celebrar sus cincuenta años de matador de toros. Para empezar, para mí, es de sombrerazo, de orgullo charro poder disfrutar, otra vez, de la raza del torero de Chamberí.

Estos días he tenido el privilegio de poder disfrutar de una jornada de tentadero con el maestro, y les puedo asegurar, que lo vivido en casa de Juan Ignacio “Montalvo”, no se me va a olvidar por muchos años que viva.

El maestro me hace sentir, me hace entrar en lo más profundo de mi alma, me hace rebuscar en mis raíces, y eso, precisamente eso, solo está al alcance de los elegidos. Me hace volver a mi niñez, a esas tardes en La Glorieta con cartel de no hay billetes, a esa rivalidad entre los compañeros de terna, ese Manzanares, ese Dámaso, ese Ortega Cano, ese Paquirri, ese Ojeda… y claro está, ese Julio Robles que tantas tardes compartieron en La Glorieta con media plaza “Roblista” y la otra media “Capeista”. Volví a verlo con su inseparable “Brujo”, volví a verlo sonreír con las orejas del toro en sus manos, volví a verlo dar esas clamorosas vueltas al ruedo en “su Glorieta” que tan dura fue con él siempre, volví a emocionarme y a sentir lo que es la superación y la raza. Me hace sentir la afición al toro que me enseñaron, a la que cala, a la de escuchar y aprender, la de absorber tanto conocimiento que circulaba a mi alrededor… el respeto al toro y a la tauromaquia, el respeto al vestido de torear y todo lo que supone encajárselo… el toreo.

El maestro sigue atesorando la raza que lo llevó a ser figura del toreo, la afición, las ganas, el conocimiento, la pasión, el orgullo, el aplomo, el ser mejor que ayer… Es un auténtico privilegio verlo prepararse para una cita que va a ser histórica. Seguramente este nervioso, ansioso e incluso con algo de miedo por como salgan las cosas, pero la raza, los conocimientos y la ambición del maestro, tienen que poner más nerviosos a sus compañeros de terna. 

Cincuenta años de matador de toros y cerca de los setenta “tacos” de vida… y va a matar una corrida de toros. Voy a volver a sentir, voy a volver a mi niñez a mi adolescencia donde se forja la personalidad con todo lo que sucede a tu alrededor, y yo puedo decir en voz muy alta, que por suerte y las circunstancias de la vida, bebí de los mejores manantiales.