miércoles, 18 de agosto de 2021

DE JUSTO Y "JOYITO" PONEN LA GUINDA AL PASTEL EN GUIJUELO

 

LÓPEZ CHAVES CORTA DOS OREJAS A SU PRIMERO Y PERERA UNA.

Plaza de toros de Guijuelo. Excelente ambiente con el 75% del aforo cubierto según la normativa sanitaria. Tarde soleada y calurosa. Cuatro toros de El Puerto de San Lorenzo 1º, 3º, 4º, y 5º desiguales de presentación y juego. Dos toros de La ventana del Puerto 2º y 6º de nombre “Joyito” negro mulato, herrado con el nº 20 y 470 Kilos de peso, que por su fijeza, prontitud, bravura y duración fue indultado por el diestro Emilio de Justo.


Domingo López Chaves de coral y oro; estocada, dos orejas. Dos pinchazos, media y descabello; saludos desde el tercio.

Miguel Ángel Perera de lila y oro; pinchazo y estocada, oreja. Dos pinchazos y estocada; saludos.

Emilio De Justo de negro y oro; estocada defectuosa en los bajos, oreja. El sexto fue indultado; dos orejas y rabo.

Destacar la lidia extraordinaria de José Chacón al primero de la tarde.





D. López Chaves está en racha por afición, capacidad entrega y poso, sobre todo poso. El poso que dan los años de alternativa, el conocimiento del toro y la entrega absoluta a su profesión. En su concepto del toreo se aprecia la claridad de ideas, el conocimiento y sobre todo el relajo y el gusto. A este Chaves da gloria verlo andar con los toros.





 

  Miguel Ángel Perera es todo autoridad, entrega y poder. Con su primer toro demostró que el temple que atesoran sus muñecas no se compra con dinero. En su segundo toro se queda con las ganas de cerrar una gran tarde de toros, pero la falta de fondo del animal y los dos pinchazos previos a la estocada le impidieron el triunfo.
 






 

Emilio De Justo realizo una buena faena en su primer toro, basada en los naturales con ambas manos. Gusto y compas en todo lo que realizo. Siendo un cañón con los aceros, ayer se le marcho al sótano. El fin de fiesta que nos tenía preparado la tarde junto un gran toro de La Ventana del Puerto y un gran torero en todos los sentidos. La obra se creó en el centro del ruedo con un “Joyito” fijo, bravo, pronto y de largo recorrido al que De Justo entendió a la perfección. Ni siquiera la banda de música (que no toco durante la faena de muleta) quiso enturbiar los oles cerrados del público, en una obra que crecía en cada muletazo como si del cate de un fandango por parte de Camarón de La isla se tratara. Una grandísima carta de presentación de un torero que está anunciado en la feria de Salamanca y al que da gusto ver hasta como va vestido, como un rey.

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