HACEN HISTORIA EN LA PRIMERA NOVILLADA DEL MUNICIPIO
En un sitio que, si te lo dicen antes, no te lo crees, “una portátil en la urbanización Peñasolana”. Pues sí señor, el alcalde de Carrascal de Barregas D. Guillermo Rivas Gil, con la colaboración de la Diputación de Salamanca y su escuela taurina, montaron una novillada sin caballos de lo más apañada y entretenida. Esto demuestra, que, si hay voluntad de crecer y hacer las cosas, se hacen y además se hacen bien. Enhorabuena a la organización.
Plaza de toros portátil de Carrascal de Barregas (Salamanca). Lleno en los tendidos cumpliendo las normas sanitarias impuestas por la pandemia. Novillos de la ganadería salmantina de Hermanos Asensio 1º, 2º, 2º bis y 3º de excelente presentación, nobles y con buen juego. 4º de la ganadería salmantina de Lorenzo Espioja, mas terciado en su presentación, pero de gran juego.
Raquel Martin de malva y oro; vuelta al ruedo y dos orejas.
Roberto Martin “Jarocho” azul cielo y oro; oreja y dos orejas. (debut de luces).
Actuó como sobresaliente el alumno de la escuela Saúl Sanz, interviniendo en un par de quites garbosos.
Antes de comenzar el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de todos los fallecidos durante la pandemia. El ayuntamiento y la organización quisieron rendir reconocimiento los profesionales del toro vecinos del municipio. Los dos toreros abandonaron el coso a hombros en la primera novillada celebrada en este municipio.
Raquel Martin toreaba su primer festejo de luces en la provincia de Salamanca, después del revuelo que generó en su debut con el chispeante en tierras galas. Ya se oía desde hace tiempo que la Escuela Taurina de Salamanca tenía una chiquilla que encandila con su toreo. Pues no decepciono, al contrario. La gente se sorprendió de la facilidad en el manejo de los trastos, el temple innato, del trazo del muletazo… en que es distinta. Lo que es más importante, dejo las ganas de seguirla, de seguir su evolución y su crecimiento.
Otro joven de la escuela que tiene garra y ganas debuto ayer de luces en Carrascal de Barregas; Roberto Martin “Jarocho”. Tiene el toreo en la sangre, no en vano, es hijo del matador de toros y ahora reconocido rehiletero del mismo nombre. Jarocho derrocho durante todo el festejo entusiasmo, ganas, afición, garra, entrega, fuerza… todo lo que se le supone a un novillero que quiere ser alguien en el mundo del toro. Todo fue entrega y ganas de agradar al público asistente. Vino a triunfar y triunfó.
Una tarde de las que hacen afición, de las que llegas a casa con la satisfacción que las cosas funcionan y que poco a poco se vuelve a una normalidad arrebatada por la pandemia. Feliz porque los chicos quieren y se esfuerzan en demostrarlo. Y feliz también, porque la Escuela sigue trabajando con “piedras preciosas”.
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