Valentín Hoyos Calama tiene a la vista el contrato más
importante de su vida hasta el momento, su debut con los del castoreño. El día
24 lunes, en la particular plaza de toros de Ciudad Rodrigo, subirá un peldaño más
en la difícil profesión de torero. Desde ese mismo momento, dejara de formar
parte de La Escuela Taurina de Salamanca y comenzara su andadura en solitario.
¿Cómo se le ocurre a un chico de La Alberca decidir hacerse
torero?
Pues no lo sé. Yo desde pequeño he sentido algo por el mundo
del toro. Siempre que veía un toro me llamaba la atención, prácticamente igual
que el futbol. Luego La Escuela Taurina abrió una sede en mi pueblo, y medio
engañe a mis padres para que me dejaran apuntarme, y una vez que me dejaron, yo
ya sabía que quería ser torero. En mi casa al principio no se lo tomaron en
serio, hasta que les dije que iba a ir al campo, a un tentadero con La Escuela,
y después de eso, al bolsín, a matar mis primeros becerros... y a partir de
entonces ya se lo tomaron en serio, y empezaron a creer en mí.
Tú paso por la escuela taurina, más que largo, ¿ha sido
intenso?
Yo creo que esa es la definición exacta, más que largo,
intenso. En realidad, si te pones a mirarlo solo han sido tres temporadas. Pero
claro, desde que no me había puesto casi delante de una becerra, fui al Bolsín
de Ciudad Rodrigo y quede el segundo clasificado, siendo el primero Manuel
"Diosleguarde", que ya había toreado un montón de novilladas ya.
Desde ese momento comencé a rivalizar con él, y ese año acabe, yo creo que con veintiún
festejos. Pase de torear nada, a torear una temporada entera. Y han sido tres
temporadas toreando mucho.
¿Qué supone debutar en Ciudad Rodrigo?
Yo creo que ante todo ilusión, mucha ilusión. Es un paso que
necesitaba mi carrera. Mucha gente de mi entorno me decía que con el eral se me
veía fácil, que se me veía "sobrao", que no son palabras que me
gusten, pero creo que a lo mejor tenían razón. Puede ser que se me viera
demasiado técnico. Ahora con el volumen del utrero, y ya no solo con el
volumen, si no con el ritmo que adquiere en su embestida, me veo mucho mejor,
con más facilidad para expresar sentimientos, que al fin y al cabo, es de lo
que se trata delante de la cara de los animales. Me siento mucho mejor y
expreso con mayor naturalidad.
¿Qué tipo de torero es en el que se fija?
Pues yo creo que hay que fijarse en todos. Las figuras son figuras
por algo, y tienes que coger matices de todos y aprender de todos. Está claro
que hay toreros que te llenan más, pero también esta claro, que de cualquier
torero puedes aprender cosas, que luego me pueden venir bien.
Para terminar; ¿De quién te vas a acordar en Ciudad Rodrigo?
Pues de todo el mundo que cuando fui la primera vez a un
tentadero, confiaban en mi más que yo. De esa gente que ha estado a mi lado
desde el minuto cero. Mi familia, mis amigos... de todos los que me han
demostrado que me quieren y me aprecian. Quiero disfrutar el día como uno de
los más felices de mi vida, y quiero hacer partícipe a toda esa gente que te
digo. Quiero hacerles disfrutar, y para ello, la mejor manera es cortando las
orejas.
Un paso más, y un paso muy ilusionante en la vida de un
torero. Con el hemos pasado unas jornadas de campo, donde como es lógico, ha
intensificado sus entrenamientos, matando unos toros a puerta cerrada. Más
entipado, fino de hechuras y con mejor ritmo delante de la cara de los toros.
El volumen no le asusta, al contrario, le hace crecer como torero.
Mucha suerte Valentín en ésta nueva etapa de tú sueño, claro está que lo conseguirás porque eres una gran persona y buen torero, mucho ánimo, mucha suerte y por todas, te lo mereces.
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