JAVIER CASTAÑO Y DAVID SALVADOR TENTARON CUATRO MACHOS EN ADELAIDA RODRIGUEZ
Ayer por la tarde en la ganadería de Adelaida Rodríguez,
presenciamos un tentadero de cuatro machos a cargo del matador de toros Javier
Castaño y del novillero David Salvador. Más que interesante, por el
comportamiento de los animales y por la entrega de los toreros. Dos toreros de
un corte muy distinto y necesario ambos para la fiesta.
Un Javier Castaño totalmente recuperado, más fino y fuerte,
y con la entrega, raza, temple y valor que lo acreditan. Disfruto ante un
primer novillo mironcete pero obediente y de largo recorrido. Con su segundo
novillo saco a relucir su gran temple y largura en los muletazos, con un
novillo exigente que ante la poderosa muleta de Javier no le quedo otra que
entregar un gran manantial de embestidas que llevaba dentro, encastadas y con trasmisión.
David Salvador puede ser una de las revelaciones en el escalafón
inferior. Un torero clásico que en todo momento busca la pureza en el toreo y
en el trazo. Con su primer novillo encastado
y enrazado, con mucho que torear, (que es lo que suele pasar con los animales
bravos) hilvano una tanda de naturales que bien la podía firmar su poderdante
en sus mejores tardes. Con su segundo, de parecida condición a su primero, se
puso manos a la obra desde el primer muletazo, más enrazado e incluso saliéndose
de su concepto, para conseguir reducir la embestidas del animal y poder
disfrutarlo en las tandas finales.
Un lujo de tentadero en el que se pudo apreciar la grandeza
del encaste Lisardo, con raza, bravura, fijeza y motilidad. Una casa en la que
siempre que vamos tenemos que dar las gracias por hacernos sentir como en casa.
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